Septiembre de 1939. Tres mujeres en tres lugares del mundo viven el comienzo de la Segunda Guerra Mundial de manera muy diferente. En Estados Unidos, Caroline Ferriday trabaja como voluntaria para el consulado de Francia en Nueva York y ayuda a los que llegan de Europa huyendo de la guerra. En Polonia, la joven Kasia Kuzmerick debe madurar de golpe después de que las SS detengan a su padre. Y en Alemania, Herta Oberheuser, una ambiciosa doctora, acepta trabajar para el régimen nazi sin sospechar que se adentra en un territorio cruel. Sus historias se acabarán entrelazando cuando Caroline y Kasia decidan buscar justicia para las mujeres olvidadas del campo de concentración de Ravensbrück.
El libro se centrará mucho en el Holocausto y veremos cómo la vida de las tres protagonistas transcurre en torno a los campos de concentración. Cada una de ellas tiene una situación distinta, por lo que su posición en la historia mostrará las diferentes caras del conflicto bélico.
Será así cómo conozcamos a Caroline, una actriz estadounidense que, en el momento en que transcurre la trama se dedica a labores humanitarias. Por otro lado, está Kasia, una joven polaca que vive feliz con su familia hasta que todos ellos son asaltados en su hogar, de forma que ella terminará formando parte de la resistencia. Y, por último, tenemos a Herta, tal vez el personaje más controvertido, pues es una doctora nazi.
El libro está basado en hechos reales, pues el personaje de Caroline Ferriday existió de verdad. Hay una parte que sí es ficción y es la referente a la historia de amor que vive. Para mí, aunque soy una apasionada de las tramas románticas, sobraba bastante. En un principio pensé que me gustaría porque ayudaría a dinamizar la historia pero lo cierto es que termina por cansar un poco y me ha parecido bastante innecesaria.
Se trata de un libro de mujeres y es que no solo las protagonistas serán el eje central de la historia, sino también determinados personajes secundarios que nos adentrarán en otras tramas igual de duras y de sorprendentes. El campo de concentración en el que nos sumergiremos era exclusivamente de mujeres y es por ello que nos muestra una parte de la historia que tal vez no sea la que se refleje con tanta asiduidad.
Uno de los puntos fuertes de la historia es el enorme trabajo de documentación que ha hecho la autora. Os decía al principio de la reseña que hemos leído mucho sobre este periodo de la Historia pero lo cierto es que siempre quedan cosas por aprender y este libro es una buena prueba de ello. Es fascinante el trabajo que ha hecho la autora sobre los campos de concentración y sobre las llamadas "conejas".
Es un libro que ha conseguido despertar en mí sentimientos de todo tipo. Obviamente, resulta duro, y es que en él se describen situaciones que parece mentira que de verdad se hayan producido alguna vez debido a lo cruel de las mismas. Aún así, creo que la autora consigue reflejar muy bien el dolor, el miedo, la incertidumbre de los personajes sin llegar a entrar en un drama excesivo que prácticamente te impida leer y es algo que agradezco porque a veces no es necesario caer en la descripción absoluta de todo lo acontecido para sentir igualmente el pánico.
Como os decía anteriormente, este libro tiene una precuela que se va a publicar el próximo 24 de marzo, llamada Las rosas olvidadas. Esta nueva historia estará centrada en la vida de la madre de Caroline. Yo no sé si lo leeré porque, aunque este libro me ha gustado, no sé si tanto como para darle una oportunidad a una precuela. Aún así, me lo pensaré.
En definitiva, Las mujeres de la casa de las lilas me ha parecido un buen libro, tanto por el trabajo de documentación de la autora como por la forma en la que se trata la historia y me parece una buena forma de conocer una nueva perspectiva sobre el conflicto bélico.