¡Hola! Último día del año, el año maldito que todos estamos deseando dejar atrás. Sinceramente, no confío en que el cambio de cifra vaya a traer noticias positivas, pero espero que al menos la dichosa vacuna consiga mejorar un poco las cosas en el mundo y que nos traiga, cuanto antes, nuestra anterior normalidad, que la gente deje de perder dinero y que la salud llegue para todos.
2020 prometía. Personalmente, sabía que iba a ser un año intenso, pues estaba metida de lleno en mi TFM y sabía que tendría que enfrentarme al examen de acceso a la abogacía. Con el TFM presentado, y en plena preparación de la prueba, nos confinaron y me hundí bastante. Pasé mucho miedo, era peor esto que el hecho de tener que estar encerrada. Según iban pasando los meses, parecía que las cosas empezaban a mejorar. Examen aprobado y cierta normalidad en nuestro día a día.
Cuando parecía que todo regresaba un poquito a la normalidad, lo que no esperaba era que la vida me jugase, de nuevo, una mala pasada. Y esta vez de las duras. 2020 ha sido el año maldito en el que he perdido a mi persona favorita. Sabéis que no suelo hablaros de mi vida personal pero no podía repasar este año sin mencionar este momento que ha marcado un antes y un después en mí. Duele perder a alguien y duele también hacer todo lo posible por proteger a los que quieres y librarlos del maldito virus para que luego, por una causa totalmente distinta, alguien a quien adoras y alguien que es parte esencial de tu vida, se vaya de igual manera.
Dejando a un lado este dolor, toca hacer balance de lecturas. Ha sido un año complicado emocionalmente porque, como os dije anteriormente, me afectó bastante el confinamiento y perdí las ganas de leer. La lectura suele salvarme en momentos de bajón pero en esta ocasión no fue así ya que estaba tan descentrada que me costaba horrores coger un libro entre mis manos.
El verano me resultó muy productivo y, lo más destacable para mí de este año lector es que he conseguido leer muchos libros que llevaban tiempo y tiempo en la estantería. Este último tramo de año he leído un montón y además han sido lecturas que me fascinaron.
Pese a todo el tiempo que he tenido, no he leído ni la mitad de lo que me habría gustado. Me propuse, como cada año, leer 100 libros y lo cierto es que me he quedado en 79. He leído 8 libros menos que en 2019, lo que me da bastante rabia teniendo en cuanta que el año pasado estaba hasta arriba de trabajo y este he tenido muchos ratos libres. Empecé a contar mis lecturas en 2014 y, desde entonces, es el año en que menos he leído.
Soy tozuda y no me bajo de mi propósito de los 100 libros anuales así que ese es mi propósito para 2021. Como tengo una vida (al igual que la mayoría) poco estable ahora mismo, no sé si voy a tener tiempo o no para cumplirlo pero yo me lo voy a proponer y a ver si, al menos, consigo mejorar mi media.
En cuanto a lecturas, tengo que decir que este año me ha permitido conocer a un montón de nuevos autores y dejar bastante de lado la fantasía, centrándome mucho más en los thrillers, que han sido, si no me equivoco, mi género más leído a lo largo de este año.
Y, en cuanto al blog, además de agradeceros vuestra compañía durante todo este tiempo, he de decir que he publicado el mismo número de entradas que el año pasado y, lo más importante, no han descendido mis ganas de estar por aquí. Me siento orgullosa, también, de mantener el ritmo en Instagram (@buscandoundandy). Es un mundo que me cuesta pero me había prometido no abandonarlo y, por el momento, lo he conseguido.
Esto es todo por hoy. Espero que 2021 sea un año mucho mejor para todos, que esté lleno de prosperidad, de salud, de trabajo.
¡FELIZ 2021 Y FELICES LECTURAS!