Editorial: Esencia
Nº de páginas: 448
Precio: 15´90€
Tomo: 1/2
Yanira trabaja de cantante en los hoteles de Tenerife. Está soltera y vive rodeada por su familia. Su vida es plácida y en cierto modo acomodada. Pero a Yanira le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercambios de pareja. En uno de los bares que frecuenta conoce a un italiano que le enseñará que el sexo va mucho más allá de lo que ella conocía hasta el momento. Un año más tarde se traslada a Barcelona y comienza a trabajar de camarera en un crucero de vacaciones llamado Espíritu Santo. En el barco también está Dylan, un atractivo empleado de la sección de mantenimiento que apenas le hace caso, a pesar de las continuas sonrisas de Yanira. Lo que ella no sabe es que la observa más de lo que cree, y a pesar de los malentendidos que surgen entre ellos, la atracción se hace latente y acabarán encontrándose y compartiendo un sinfín de juegos morbosos, divertidos y sensuales.
Opinión personal:
Leer a Megan Maxwell equivale a disfrutar de un libro casi con toda probabilidad. En este caso puedo decir que no es la mejor historia de la autora ni de lejos pero, aún así, me ha cautivado una vez más.
He de decir que comenzaba este libro con un pequeño pero. Sin saber que se trataba de una especie de spin-off, había leído Sígueme la corriente y no me había convencido demasiado el personaje de la protagonista de este libro así que ya lo comenzaba con un poco de inquina hacia ella.
Yanira es una chica que trabajaba en una guardería y, al ser despedida, decide lanzarse a la piscina y dedicarse a lo que realmente le gusta: la música. Será así cómo comience a trabajar como cantante de orquesta en un hotel hasta que la oportunidad de embarcarse en un crucero aparece ante ella y decide cambiar de vida por un tiempo acompañada de su mejor amiga Coral.
Allí conocerá a Dylan, un chico tan brusco como atractivo y el cual parece no sentir ningún tipo de atracción hacia ella más que nada porque todo apunta a que es gay. Sin embargo, Yanira se empecina en conquistarle y pondrá todo lo que esté en sus manos para llegar a su corazón y por el camino descubrirá que Dylan no es en absoluto quién aparenta ser.
Yanira, tal y como decía al principio, no me ha convencido. Creo que es la primera vez que me pasa esto con un personaje femenino de Megan Maxwell porque, a pesar de carecer de la fuerza y el carácter típicos de su personaje, me ha faltado empatizar con ella. Es una chica muy familiar, decidida, atrevida pero, sin embargo, me ha parecido un tanto prepotente. Siempre termino los libros de Megan sintiendo un cariño enorme hacia las protagonistas y en este caso no lo he sentido así.
Dylan es un personaje que sí me ha cautivado por completo. Se nos presenta como un chico de lo más misterioso, reservado, incapaz de compartir con nadie su vida real pero en el fondo es un chico pasional, cariñoso, dulce, que me ha gustado en todas y cada una de sus facetas. Si tuviera que destacar un aspecto negativo de este personaje, sería su carácter posesivo. No me ha gustado que tratara de ejercer tanto control sobre la protagonista.
Uno de los aspectos que menos me ha gustado del libro es que no he conseguido ver a la chica protagonista que se nos muestra en las primeras páginas en la que se nos muestra hacia el final. Es como si dejara completamente de lado su vida anterior y se convirtiese en un personaje totalmente diferente. A lo mejor si leéis el libro no tenéis esta sensación pero, en mi caso, así lo he sentido.
Otro tema que no me gusta demasiado en según qué libros (y no es la primera vez que sucede en uno de Megan Maxwell) es que de pronto intercale personajes famosos de la vida real. En mi opinión, le resta mucha credibilidad a la historia.
La trama amorosa no ha estado mal, es una historia bonita, que me ha gustado y me ha emocionado. De tratarse de un libro de otra autora me habría sorprendido más porque no me habría esperado tanto de él pero, para tratarse de un libro de Megan Maxwell, no ha cumplido mis expectativas tanto como me hubiera gustado.
Sin embargo y, tal y como os decía, es un libro que me ha gustado, que me ha entretenido y es por ello que ya estoy deseando leer la segunda parte de esta bilogía, que además ya tengo en casa y que espero no tardar demasiado en leer.
En definitiva, Adivina quién soy es una bonita historia de amor que me ha entretenido y me ha gustado pero, para tratarse de un libro de Megan Maxwell, no me ha sorprendido tanto como esperaba.
He de decir que comenzaba este libro con un pequeño pero. Sin saber que se trataba de una especie de spin-off, había leído Sígueme la corriente y no me había convencido demasiado el personaje de la protagonista de este libro así que ya lo comenzaba con un poco de inquina hacia ella.
Yanira es una chica que trabajaba en una guardería y, al ser despedida, decide lanzarse a la piscina y dedicarse a lo que realmente le gusta: la música. Será así cómo comience a trabajar como cantante de orquesta en un hotel hasta que la oportunidad de embarcarse en un crucero aparece ante ella y decide cambiar de vida por un tiempo acompañada de su mejor amiga Coral.
Allí conocerá a Dylan, un chico tan brusco como atractivo y el cual parece no sentir ningún tipo de atracción hacia ella más que nada porque todo apunta a que es gay. Sin embargo, Yanira se empecina en conquistarle y pondrá todo lo que esté en sus manos para llegar a su corazón y por el camino descubrirá que Dylan no es en absoluto quién aparenta ser.
Yanira, tal y como decía al principio, no me ha convencido. Creo que es la primera vez que me pasa esto con un personaje femenino de Megan Maxwell porque, a pesar de carecer de la fuerza y el carácter típicos de su personaje, me ha faltado empatizar con ella. Es una chica muy familiar, decidida, atrevida pero, sin embargo, me ha parecido un tanto prepotente. Siempre termino los libros de Megan sintiendo un cariño enorme hacia las protagonistas y en este caso no lo he sentido así.
Dylan es un personaje que sí me ha cautivado por completo. Se nos presenta como un chico de lo más misterioso, reservado, incapaz de compartir con nadie su vida real pero en el fondo es un chico pasional, cariñoso, dulce, que me ha gustado en todas y cada una de sus facetas. Si tuviera que destacar un aspecto negativo de este personaje, sería su carácter posesivo. No me ha gustado que tratara de ejercer tanto control sobre la protagonista.
Uno de los aspectos que menos me ha gustado del libro es que no he conseguido ver a la chica protagonista que se nos muestra en las primeras páginas en la que se nos muestra hacia el final. Es como si dejara completamente de lado su vida anterior y se convirtiese en un personaje totalmente diferente. A lo mejor si leéis el libro no tenéis esta sensación pero, en mi caso, así lo he sentido.
Otro tema que no me gusta demasiado en según qué libros (y no es la primera vez que sucede en uno de Megan Maxwell) es que de pronto intercale personajes famosos de la vida real. En mi opinión, le resta mucha credibilidad a la historia.
La trama amorosa no ha estado mal, es una historia bonita, que me ha gustado y me ha emocionado. De tratarse de un libro de otra autora me habría sorprendido más porque no me habría esperado tanto de él pero, para tratarse de un libro de Megan Maxwell, no ha cumplido mis expectativas tanto como me hubiera gustado.
Sin embargo y, tal y como os decía, es un libro que me ha gustado, que me ha entretenido y es por ello que ya estoy deseando leer la segunda parte de esta bilogía, que además ya tengo en casa y que espero no tardar demasiado en leer.
En definitiva, Adivina quién soy es una bonita historia de amor que me ha entretenido y me ha gustado pero, para tratarse de un libro de Megan Maxwell, no me ha sorprendido tanto como esperaba.
2ºAdivina quién soy esta noche