¿Qué me ocurre?

¡Buenas! Para ser sincera, nunca me habría esperado tener que hacer una entrada como esta pero, ya que este blog es tan importante para mí, siento la necesidad de compartir con vosotros lo que estoy sintiendo en estos momentos.

Durante el curso he sentido que no disponía de tiempo suficiente para dedicarle a mis lecturas, que cada día necesitaba más y más horas para devorar todos esos libros que me estaban esperando. No veía el momento de que llegara el verano, se terminaran los exámenes y poder quedarme hasta altas horas de la madrugada devorando un libro tras otro.

El problema vino cuando, desde hace aproximadamente un mes, comencé a dejar de disfrutar de mis lecturas. Libro que pasaba por mis manos, libro que me dejaba indiferente. Podría darse la casualidad de que me tocaran de forma continuada libros que no me atraían lo suficiente pero, el problema es que, generalmente, suelo dejar para el verano los libros que más ganas tengo de leer porque dispongo de mucho más tiempo y es mucho más sencillo pillarle el hilo. Busqué muchos motivos que pudieran conducirme a esto: si bien salía mucho más con mis amigos y cuando llegaba estaba distraída con cómo me había ido el día y apenas me quedaba concentración para mis lecturas, si es que había puesto demasiadas expectativas en los libros que estaba escogiendo, si es que simplemente me estaba equivocando con mis elecciones...

Fue entonces cuando decidí apostar sobre seguro. Dos eran las opciones que difícilmente me fallarían: Megan Maxwell, ya que es una de mis autoras favoritas, y el cuarto libro de la saga Lux, que es una de mis sagas favoritas. ¿Y qué pasó entonces? Que los disfruté y me parecieron buenos libros (de hecho les puse una buena puntuación) pero no conseguí sentir esa necesidad de que llegase la hora de leer para devorarlos. Fueron libros que me gustaron mucho pero me dejaron indiferente.

Ahora me encuentro en una situación un tanto difícil. No quiero dejar de leer porque tengo miedo de que esto se alargue demasiado y que termine dejando a un lado mi pasión por la lectura. Esto no quiero hacerlo ni en broma porque eso significaría actualizar mucho menos el blog y este espacio es demasiado importante para mí como para no dedicarle el tiempo que se merece pero, por otro lado, también siento que estoy desperdiciando estas lecturas, que no me estoy permitiendo disfrutar de ellas tanto como debería.

Esto me fastidia mucho porque me he dejado una cantidad importante de dinero en todos estos libros y porque estoy pasando de largo por historias que sé que en otros momentos me apasionarían. No sé si entendéis lo que quiero decir pero la realidad es que siento una impotencia enorme.

Por mucho que busco la causa de por qué me pasa esto no la encuentro. Sé que no se debe a la calidad de las lecturas, si no a mí. Me siento desganada ante cada libro que toco y esto me afecta sobremanera porque sé que en no demasiado tiempo volverán las clases y lamentaré no haber aprovechado todo este tiempo lo necesario.

Estoy más que convencida de que muchos de vosotros me comprendéis, supongo que todos pasamos por un momento de estos alguna vez pero me gustaría conocer vuestras experiencias.
 

Antes de nada debo aclarar que el ritmo del blog no se verá afectado por esto, y menos ahora que me siento en uno de mis mejores momentos con este espacio. Tengo muchísimas reseñas preparadas ya que suelo darle prioridad a la publicación de las reseñas de colaboraciones editoriales pero, ya que durante el invierno leí mucho y los combino con los libros que he comprado, tengo infinidad de reseñas listas para ser publicadas. Es cierto que ahora disminuyó de forma considerable mi ritmo de lecturas, he pasado de leer 2-3 libros por semana a leer uno solo pero eso no significa que el blog se vaya a ver afectado por ello. Eso, en ningún momento.

Y hasta aquí mis lamentaciones. Estaré encantada de leer vuestras opiniones porque a nadie le amarga sentirse un poco comprendida. Me ayudaron mucho vuestras respuestas a mi falta de concentración para escribir y creo que también lo harán en esta ocasión.

¡Un besote! ¡Nos leemos!