Balance Verano 2015

¡Hola a todos! 

Esta semana hemos despedido el verano con tristeza y, ya que ha sido un verano en el que ha habido un poco de todo, me apetece hacer balance de lo que han dado de sí estos tres meses.   
Por un lado, me hace muy feliz decir que he leído todos los libros que me había propuesto en la entrada 10 libros que espero leer este verano dije que algunos de ellos posiblemente los terminaría dejando a un lado por tener poco tiempo o bien por existir otros que me apeteciesen más. Sin embargo, de esos 10 libros no me he dejado ni uno solo sin leer y no solo eso, si no que he leído varios más a parte de esos.


Ha sido un verano relajado en cuanto a estudios ya que terminé el curso con bastante más éxito de lo esperado. Eso me ha permitido realizar un total de ¡28 lecturas! Sé que hay gente que lee esa cantidad en apenas dos meses, otra que no lee esa cantidad ni en un año pero a mí me parece una cantidad más que aceptable teniendo en cuenta que, a pesar de disponer de tiempo en cuestiones de estudios, ocupé gran parte de él en salir con los amigos y hacer celebraciones con la familia. Vamos, lo típico. 
 


En cuanto al blog, he conseguido mantener el ritmo durante todo el verano. A pesar de que no he estado tan pendiente de él como el resto del año, no he descuidado ni una sola de las cuatro publicaciones semanales que he realizado, algo que me hace sentirme muy satisfecha porque ya es el segundo verano que vengo manteniendo ese ritmo.
 
Sin embargo, no todo han sido cosas positivas y ha habido dos temas que me han preocupado especialmente. Las dos cosas las he compartido con vosotros en el blog y no puedo más que agradeceros vuestros comentarios porque me han ayudado mucho en dos momentos en los que me sentía muy perdida.
 
Me refiero, en primer lugar, a esa crisis lectora que me duró aproximadamente un mes. Hacía tiempo que no me pasaba algo así y, de hecho, fue la primera vez que me pasó desde que existe Buscando un dandy. No había leído ningún libro que me gustara y eso, teniendo en cuenta que todos ellos eran libros que llevaba mucho tiempo deseando leer y que algunos de ellos pertenecían a algunas de mis sagas favoritas, me desconcertó por completo.
 
Esta circunstancia hizo que leyera un poco menos de lo deseado pero, a pesar de ello, conseguí superarla más o menos un mes después y comencé a disfrutar de nuevo de mis lecturas de una forma increíble, algo que todavía permanece hoy y que me hace muy feliz.
 
El otro aspecto negativo de este verano es que me esperaba ser capaz de hacer un esfuerzo todos los días para escribir, algo que me ayuda mucho a desahogarme y que me suele ilusionar un montón y viví un momento de bloqueo que no me permitía escribir ni una sola palabra.
 
Por suerte, también he podido superar este aspecto. Me lo tomo con mucha calma, solamente escribo cuando de verdad me apetece, sin presión, pero puedo decir que me he pasado varios días escribiendo durante dos o tres horas sin parar y con una ilusión que no pensé volver a sentir en lo relacionado con la escritura.
 
A pesar de lo mucho que he leído, he de decir que no he logrado publicar todas las reseñas pero no habrá problema porque las iré publicando a lo largo de los próximos meses.

Y este es mi balance del verano 2015. Como veis, no ha estado mal del todo, de hecho, diría que fueron tres meses más que positivos.
 
Y a vosotros, ¿qué tal os ha ido este verano?  
¡Un besote! ¡Nos leemos!