Reseña Solo un amor de verano- Alexandra Roma

Autora: Alexandra Roma

Editorial: Titania

Nº de páginas: 352

Precio: 19€

Tomo: Autoconclusivo

Sofía y Ambrose estaban destinados a colisionar en Cudillero. Ella iba todos los veranos. Él vivía allí. Dos desconocidos que cayeron abrazados a la piscina aquel mes de julio. Cinco años después, Sofía vuelve dispuesta a cumplir una vieja promesa y romper cualquier vínculo que le ate a Ambrose. Pero él está distinto. En su intensa mirada azul hay una dureza desconocida. Y todo se complica. Da igual lo que intente apartarle de su mente, recuerda los atardeceres reflejados en las olas. Recuerda subir a Marte. Recuerda que le partió el corazón. Esta es la historia de una chica. Un chico. Y un puñado de quizás. Porque hay huellas en la arena que ni el viento es capaz de borrar. Porque hay amores de verano que sobreviven al paso del tiempo. o no.

Opinión personal:

Leí a Alexandra Roma unas cuantas veces, incluso cuando todavía autopublicaba. Siempre es un placer encontrarse con uno de sus libros y es por ello que decidí comprar este y leerlo enseguida. Y es que lo que buscaba era una lectura sencillita, sin grandes complicaciones.

Sofía es una chica madrileña que veranea en Cudillero, un precioso pueblo asturiano en el que vive Ambrose. Ambos provienen de mundos muy distintos pero esto no es un obstáculo para que se entiendan a la perfección al poco de verse. 

Muy pronto, Sofía entrará a formar parte de la pandilla de amigos de Ambrose y, entre todos ellos, se formará un vínculo muy especial. A la vez, entre Sofía y Ambrose irá naciendo un sentimiento muy bonito que les hará necesitarse el uno al otro y luchar por lo suyo.

Sin embargo, algo terriblemente trágico sucede y eso hará que las cosas entre ellos también se compliquen. Así, iremos viendo cómo continúa su relación mucho tiempo después, tras varios años sin verse y encontrándose, cada uno de ellos, en una situación muy diferente.

Sofía es un personaje con el cual he tenido mis más y mis menos ya que, aunque no me ha resultado difícil empatizar con ella, tampoco ha conseguido transmitirme todo lo necesario para que me haya encandilado. Su vida no es ni ha sido nunca fácil. Debido a un problema de salud que ha acarreado durante años, sus padres han tendido a sobreprotegerla y ella siempre quiso ser como los demás. Es muy sociable, muy buena amiga y siempre está dispuesta a tenderle una mano a quién lo necesite.

Ambrose es un personaje con el cual he sufrido mucho porque habrá un antes y un después en su vida que nos hará descubrir a un protagonista totalmente distinto de lo que habíamos conocido en un principio. En un inicio descubriremos a un chico alocado, que disfruta haciendo travesuras con sus amigos y muy centrado en su familia, pues tanto su madre como su abuelo son parte esencial de sus vidas. Sin embargo, cuando se produce esa tragedia que os comentaba antes, veremos que es un chico encerrado en sí mismo y al que le faltan fuerzas para tomar las riendas de su vida.

El libro cuenta con numerosos personajes secundarios que volverán la historia mucho más especial. Tenemos, por un lado, a los amigos de Ambrose: John, Teo, Roi y Cande, que estarán presentes en muchos de los momentos más importantes de la trama. También destaco especialmente a Noruega, la madre de Ambrose y con quién tiene un vínculo muy especial y Esteban, el abuelo de Ambrose y una de las personas a las que más adora.

La trama nos lleva a dos momentos temporales claramente diferenciados. Por un lado, nos trasladaremos hasta aquel verano en el cual Ambrose y Sofía se conocen, cómo se va fraguando su relación y cómo ella empieza a encajar en el entorno de él. Y, por momentos, nos trasladaremos al otoño en el cual Ambrose y Sofía se reencuentran y todo se encuentra completamente roto entre ellos a causa de la tragedia que vivieron años atrás.

A mí me han gustado mucho estos saltos en el tiempo, pero buena parte de la primera mitad se me ha hecho un poco cuesta arriba porque tenemos toda la información relativa al pasado y muy pocos saltos al presente, de forma que mis ansias me hacían necesitar saber más de cómo iban a recomponer su relación tantos años después.

A mí el romance no me ha convencido y no se trata de una pareja que estuviese deseando que estuviese unida porque, sus momentos juntos, no me decían gran cosa. Es por ello que solamente he podido engancharme de verdad cuando se produce esa tragedia, y es que creo que es lo que salva realmente el libro.

La autora es una especialista en hacernos querer a los personajes y, cuando menos lo esperas, sorprendernos con una noticia negativa con respecto a ellos. Ya me ha pasado en varios de sus libros y es algo que me encanta porque soy muy fan del drama y me encanta que los escritores se atrevan y tomen decisiones arriesgadas. No hay nada que odie más que el hecho de que nos hagan creer que algo malo ha pasado a un personaje y que dos páginas después descubras que se ha producido un milagro y que todos están sanos y salvos. Ya os digo que con esta autora no sucede.

Se trata de un libro de cerca de 350 páginas que se lee en un suspiro. Los capítulos son bastante cortitos y la historia no está mal llevada, así que terminas de leerlo enseguida. A mí se me ha hecho monótono únicamente al principio y ahí sí que fui un poco más lenta pero, una vez superado cierto acontecimiento, el libro voló de mis manos.

No puedo decir que este libro me haya maravillado y tampoco que se haya convertido en mi favorito de la autora. De hecho, creo que ha sido el que menos me ha gustado hasta el momento. No obstante, esto no significa que vaya a dejar de leerla ni mucho menos porque me encanta cómo escribe pero, con este romance, no me ha convencido. 

En definitiva, Solo un amor de verano es un libro que se deja leer bien y que esconde una parte dramática que a mí me ha cautivado, pero la relación amorosa que se forja en él a mí me ha parecido floja y no me ha cautivado.