Reseña El príncipe y la pastelera- Emma Chase

Autora: Emma Chase

Editorial: VR Europa

Nº de páginas: 324

Precio: 17´95€

Tomo: Autoconclusivo

Érase una vez, Nicholas Pembrook, príncipe heredero de Wessco, popularmente conocido como «su cuerpazo real». Encantador, atractivo y rico, tiene el mundo a sus pies (literalmente). Érase una vez, Olivia Hammond, humilde pastelera de Nueva York. Preciosa, trabajadora y sin una pizca de paciencia para tíos arrogantes. Érase una vez, una noche de tormenta en Manhattan, en la que el príncipe conoce a la pastelera y… ella le estampa un pastel en la cara. Olivia no espera volver a ver a Nicholas, pero él se ha quedado con el sabor dulce en los labios y pretende conquistar a Olivia, cueste lo que cueste. Y, poco a poco, ella irá descubriendo que detrás de las sonrisas del príncipe se esconde un gran corazón. Pero esto no es un cuento. En el mundo real no hay hadas madrinas, pero sí una reina estirada que, a pesar de que no corta cabezas, no está dispuesta a que una plebeya se acerque al trono… o a su príncipe. Nicholas y Olivia tendrán que hacerse una pregunta: ¿amor o deber?

Opinión personal:

Este libro llamó mi atención desde el momento en el que lo vi preparando la entrada de novedades y es que soy muy fan de aquellas publicaciones que esconden un romance real y, cuando encima uno de los protagonistas pertenece a la clase media, pues más todavía. Además, la portada me parece una auténtica preciosidad dentro de su sencillez ya que, con esos colores, resulta muy llamativa.

Olivia trabaja como pastelera en la cafetería familiar. Allí pasa horas y horas porque su situación económica es límite y no sabe cómo va a poder sacar el negocio de la ruina ya que, además, tiene un enorme valor sentimental para ellos. Tanto ella como su hermana menor, que son quienes están al frente del establecimiento, se encuentran totalmente ahogadas por las deudas y no ven un futuro demasiado prometedor para ellas.

Nicholas, por su parte, siempre lo ha tenido todo. Vive en un palacio y sabe que va a ser el próximo rey de Wessco, en sustitución de su abuela. El único problema al que debe hacer frente es a las prisas de la reina por buscarle una esposa adecuada en un corto periodo de tiempo. Nicholas es consciente de que solo le quedan unos meses y que debe ir conociendo cuanto antes a todas las mujeres que constan en la lista que le ha hecho su abuela.

Pero, en medio de todo esto, Nicholas se cruzará en la vida de Olivia. Ambos saben que entre ellos solo puede haber buen sexo, puesto que la reina nunca aceptará a una chica de clase media como esposa de su nieto. Pero, mientras tanto, ambos decidirán disfrutar de lo que tienen e intentar implicarse lo menos posible emocionalmente.

Olivia es un personaje que me ha dejado un poco indiferente. Es una chica muy luchadora, que sabe que tiene que esforzarse mucho para sacar adelante a su familia, pues todo el peso del bienestar de los suyos recae sobre ella. Y es que es una chica muy familiar, muy protectora. Por suerte, no es la típica protagonista remilgada, dulce e inocente que acepta todo lo que le digan, si no que sabe imponerse en la mayor parte de situaciones.

Nicholas es un personaje que no me ha disgustado pero esperaba un poco más de él. A veces se siente prisionero de la vida que le ha tocado pues, aunque lo tiene todo, le gustaría ser más libre y no tener siempre a la prensa detrás, mostrando hasta sus momentos más vulnerables. Resulta bastante pícaro, siempre aporta su toque de humor.

Es una novela corta en la que no hay espacio para demasiados personajes secundarios y mucho menos que destaquen. Quizás a la que más conozcamos sea a la hermana de Olivia o al hermano de Nicholas, y tanto el uno como el otro me han gustado pero tampoco aportan gran cosa a la trama.

El romance no me ha convencido del todo. Entre ellos surge la atracción desde el mismo momento en que se ven. Hasta ahí todo bien. El problema es que enseguida empiezan a pasar tiempo juntos de una forma desmedida y él empieza a sentir la necesidad de protegerla y demás. Me ha parecido todo demasiado precipitado y que no goza de toda la credibilidad que hubiera esperado. 

Si no os gustan los libros en los que haya muchas escenas de sexo, alejaos de este. No es que ocupen la mayor parte de la trama, pero sí que tienen un peso importante en la misma, ya que entre los protagonistas hay una química sexual brutal y buena parte del libro se centra en esto.

Cuando decidí animarme con esta novela pensaba que se trataría de una historia de corte juvenil pero nada más lejos de la realidad. Esto es algo que no me ha molestado en absoluto, al revés, pero os lo advierto por si esperáis otra cosa, al igual que yo. Y es que las escenas de sexo son abundantes y el protagonista tiene, si mal no recuerdo, 27 años.

Se trata de un libro muy cortito, de unas 350 páginas. No os miento si os digo que se lee perfectamente en un par de tardes pues, además, la letra es bastante grande. Los capítulos tienen un término medio, y están narrados cada uno de ellos por uno de los protagonistas, lo cual sabéis que siempre es algo muy positivo para mí.

Por lo tanto, este libro me resultó muy entretenido y me permitió pasar un par de días de lo más agradables, pero posiblemente esperase un poco más de él, pues considero que la trama es excesivamente sencilla y previsible y sabes exactamente en todo momento qué va a pasar.

Cuando empecé esta lectura creía que ya había leído a la autora en otra ocasión pero he ido a comprobarlo y me he dado cuenta de que no. Me alegra doblemente haberlo leído porque sé que hace años estuve a punto de leer uno de sus libros así que ha tenido que ser ahora, y a través de esta historia, cuando por fin he podido hacerlo y, aunque no me ha dejado maravillada, no ha estado nada mal.

En definitiva, El príncipe y la pastelera es un libro perfecto para leer sin grandes pretensiones pues, aunque la trama resulta muy interesante, cae en numerosos tópicos y resulta bastante previsible, además de contar con gran cantidad de escenas de sexo. Aún así, yo os lo recomiendo.