Reseña Las reglas del juego- Sarah Adams

Autora: Sarah Adams

Editorial: Ediciones B

Nº de páginas: 352

Precio: 19´90€

Tomo: Autoconclusivo

 

Bree Camden está perdida y secretamente enamorada de su mejor amigo (y también estrella de fútbol americano) Nathan Donelson. Pero ese no es el único problema que tiene. Después de un accidente que pone fin a su sueño de ser bailarina, Bree se dedica a llevar su propia escuela de danza... mientras pueda pagar el alquiler, claro.

Cuando Nathan acude al rescate y compra el edificio en el que se encuentra su negocio, la orgullosa Bree no se lo toma del todo bien. Tras un par (bueno, quizá más) de chupitos de tequila, se va de la lengua delante de una periodista y el mundo entero termina creyendo que ella y Nathan están destinados. Con la superbowl a la vuelta de la esquina, estos dos «nada más que amigos» se ven obligados a fingir una relación ante las cámaras durante tres semanas. Tres semanas enteras.

¿Habrá llegado el momento de que Bree revele sus sentimientos?

Y... ¿podría Nathan estar ocultando los suyos también?

 

Opinión personal: 

Cuando se publicó este libro, hace cerca de un año, creo que todos lo estábamos esperando como locos. Es por ello que, al poco de salir a la venta, me lancé a comprarlo. Sin embargo, a medida que iban pasando los meses me encontraba reseñas cada vez menos positivas y, ahora que decidí darle una oportunidad, no llevaba las expectativas demasiado altas.

Bree se dedica profesionalmente al baile. Nathan es un exitoso jugador de fútbol americano. Ambos se hicieron grandes amigos hace años pero, sin embargo, hubo un tiempo en el que estuvieron separados. Aún así, cuando Bree regresó a la vida de Nathan, pronto recuperaron el tiempo perdido y volvieron a ser los mejores amigos de siempre.

No obstante, hay algo que Bree siempre le ha ocultado a Nathan, y es que está locamente enamorada de él. Ella le hace creer siempre que lo ve como un hermano, pues lo último que desearía es que su relación pudiera resentirse de alguna manera. Y es tan cercana su amistad que todas las novias que Nathan va teniendo a lo largo de los años, ven a Bree como una rival.

Un día, la chica termina bebiendo de más y confesando sus sentimientos por Nathan ante una periodista. Esta información pronto saldrá a la luz y despertará el interés de mucha gente, de forma que les ofrecerán una campaña a cambio de un pastón si fingen que son pareja, y eso es algo que le vendría muy bien a la economía de Bree.

Bree es un personaje que no me ha gustado nada, y es que no la he soportado. Me parece una niñata a la que es difícil encuadrar en una edad adulta, pues su comportamiento es el propio de una adolescente. Se nos trata de vender que es una locuela a la que todo el mundo termina adorando, pero yo no he conseguido conectar con ella en ningún momento. Además, tampoco me ha convencido la rivalidad que tiene con las novias de Nathan, creyendo siempre que está por encima de ellas ya que las otras solo buscan su dinero y ella no.

Nathan tampoco me ha convencido del todo. Su economía está más que saneada y es un chico muy generoso. Creo que, en su caso, la autora trata de hacernos creer que es el hombre perfecto, pero a mí no hay nada de él que me haya gustado, pues creo que le falta valentía y que resulta demasiado plano.

Si ya los protagonistas no me han convencido, era muy difícil que consiguiera disfrutar de verdad de la historia. Ni tan siquiera hay ningún secundario que brille un poco más, ya que los compañeros de equipo de Nathan harán varias apariciones pero ninguno de ellos ha logrado captar mi atención.

Mi gran problema con este libro es que considero que no se asienta sobre una base sólida. Se trata de dos amigos que están enamorados en secreto el uno del otro, pero no se atreven a dar el paso. Sin embargo, cuando empiezan la relación falsa, enseguida empezarán a creer que el otro también siente algo más que una amistad. No sé, me resulta un poco incoherente que estén años y años creyendo que su amor no es recíproco para que de pronto todo esto se resuelva así y encima sigan fingiendo la relación en vez de aclarar las cosas de una vez por todas. Lo siento mucho pero me ha parecido una incoherencia total.

Otro aspecto del libro que me ha molestado es eso que os he comentado anteriormente. Durante una buena parte de la historia, no conseguí saber cuál era la edad de los protagonistas. No sé si lo habían comentado al inicio y yo no le presté atención o qué, pero debido a su comportamiento, yo le calcularía unos dieciocho años. Sin embargo, debido a la etapa vital en la que se encuentran, está claro que tienen muchos más, pero ese es el único indicio de que no se trata de unos adolescentes porque tanto ellos como su entorno tienen unas actitudes propias de alguien mucho más joven. Pues bien, finalmente resulta que rondan la treintena, algo que me ha dejado a cuadros porque parecen unos niñatos, principalmente ella.

Se trata de un libro de unas 350 páginas que debería leerse enseguida pero, en mi caso, no ha sido así. Los capítulos tienen una duración media y cuentan con la perspectiva de ambos protagonistas, lo que nos permitirá conocer sus verdaderos sentimientos desde el principio. A mí se me ha hecho muy cuesta arriba esta lectura y sentía que no avanzaba con él porque me importaba tan poco lo que le sucediera a los chicos, que no tenía demasiado interés en leer.

 

Por lo tanto, puedo decir que es un libro que se deja leer pero que no me ha aportado prácticamente nada. Contiene multitud de tópicos, no hay nada que sorprenda, la trama no tiene demasiado sentido. Sí, me ha permitido estar más o menos entretenida mientras leía, pero nada más. Es por ello que, en este caso, no entiendo todo el revuelo que se ha creado alrededor del libro, porque es de lo más normalito, pero ya se sabe que, para gustos, están los colores.

Mi primera experiencia con la autora no ha sido demasiado positiva. Aún así, repetiré con ella ya que, debido a mis compras impulsivas, me hice también con Escapada a Roma. Espero no tardar demasiado en leerlo y que me guste bastante más que este porque, si sigue la misma línea, sintiéndolo mucho, tengo claro que no volveré a leer a Sarah Adams.

En definitiva, Las reglas del juego es un libro que me ha decepcionado, pues no he conseguido conectar con los personajes, la trama me ha parecido excesivamente sencilla y, además, considero que le falta una base sólida que justifique el argumento.