Es momento también de ponerse a pensar qué ha significado 2018 para mí y la verdad es que no puedo hacer un balance positivo. Ni de lejos ha sido el peor año de mi vida pero, pese a que lo comencé con la mayor de las ilusiones, no puedo negar que me encontré varios baches por el camino.
Ha sido también un año de cambios. Tuve que afrontar el fin de carrera y eso era algo que me daba mucho miedo porque fui consciente mientras la hacía de que nunca sería tan feliz como durante esos años. Pocas cosas hay tan positivas como sentir que estás haciendo lo que realmente te gusta y que encima te quede tiempo para dedicarte a ti misma. No me preguntéis cómo pero fui capaz de organizarme de tal manera que el tiempo me cundía un montón.
Y con el final llegaron los cambios. Pasé un par de meses de mucha incertidumbre, sin saber qué hacer, sintiéndome frustrada porque había terminado la carrera pero me veía sin oportunidades laborales. Terminé finalmente en el Máster de Abogacía y la adaptación fue terrible. Cambio de universidad, de compañeros... y prácticamente sin tiempo para nada. Todavía no sé si me he equivocado con esta decisión, solo el tiempo lo dirá pero no puedo decir que por el momento sea algo que me haga feliz.
Y como es lógico estos cambios afectaron al ritmo del blog y es por ello que mi ritmo de lecturas ha bajado considerablemente. Ya no es solo la falta de tiempo, porque poco a poco conseguiré organizarme, sino el desánimo. Me he visto con pocas ganas de leer y cuando lo hacía no podía concentrarme lo suficiente así que no he podido disfrutar demasiado de las últimas lecturas de este año.
Sí he notado la diferencia en estas dos semanas de vacaciones porque me siento más motivada pero ese desánimo que siento ha hecho que por primera vez desde que tengo el blog no haya conseguido superar mi reto de Goodreads. Me había propuesto leer 100 libros y me he quedado a 5 de conseguirlo. ¡Que aún así no está nada mal, oye!
Veremos cómo se van dando las circunstancias a partir de ahora porque también tengo las prácticas a la vuelta de la esquina. Yo me reafirmo en lo que siempre digo, este blog es una parte muy importante de mi vida y quiero seguir a tope por aquí.
Así que me despido de este 2018 dándoos las gracias por seguir ahí y por hacer que esta vía de escape sea posible para mí.
¡FELIZ 2019!
¡Espero que todos vuestros deseos se cumplan!
¡Un besote enorme!