Editorial: Puck
Nº de páginas: 352
Precio: 17€
Tomo: Autoconclusivo
Spencer está acostumbrado a sentirse como el chico raro, el que no es completamente normal, el solitario. Entre tener un hermano que lo hace todo bien y ser hostigado por su síndrome de Tourette, su vida no es sencilla. Pero en el instante en que Hope sale del camión de mudanzas que se detiene en la casa de al lado, Spencer se siente diferente.
Como si su vecindario fuera un lugar completamente distinto ahora que tiene una amiga.
Como si pudiera contarle cualquier cosa a Hope.
Como si, finalmente, se sintiera parte de algo.
Y luego Hope y Spencer crecen. La vida se complica y las etiquetas bien definidas, como «amigo», también se vuelven confusas.
Mientras viven peleas entre hermanos y tragedias familiares, se enfrentan a relaciones y a corazones rotos, se acercan y se alejan. Spencer, que aspira a ser científico, intenta trazar gráficos valiéndose del sistema de taxonomías, un método que suele ser confiable.
Pero, a diferencia de la ciencia, el amor no siempre encaja en categorías fáciles. Y si Spencer no se da cuenta de ello pronto, corre el riesgo de perder a Hope para siempre.
Opinión personal:
Cogí este libro con muchas ganas pero, más que esperando encontrar una gran historia, lo hice porque llevaba un par de semanas en las que me estaba costando mucho engancharme a la lectura y no encontraba nada que me convenciera lo suficiente así que, lo empecé con la única intención de tener entre mis manos algo entretenido que simplemente me permitiera desconectar, sin grandes complicaciones.
Spencer es un chaval de 13 años que no se siente del todo cómodo con su vida. Padece síndrome de Tourette y vive con su padre, su adorable madrastra y su hermano. Él siempre se siente inferior a este último, pues siente que es perfecto, que siempre lo hace todo bien, que tiene mucha más química con su padre y que es el popular, mientras que él es el marginado del colegio.
Cuando Hope se muda cerca de él, no es consciente de lo mucho que le va a cambiar la vida, pues entre ellos surgirá una gran amistad. Hope quiere a Spencer por cómo es y no le hace sentirse mal cada vez que sufre algún tic debido a su síndrome. Nuestro protagonista se siene increíblemente cómodo a su lado.
Así, iremos haciendo un recorrido a lo largo de la vida de los protagonistas, llegando a conocer en mayor profundidad tanto a Dean, el hermano de Spencer, como a Janie, la hermana de Hope. De este modo, los acompañaremos desde los 13 años hasta los 19.
Spencer es un personaje que me ha encantado. Reúne todos los elementos para ser adorado por el lector, pues es tierno, leal, sensible. Me ha gustado la manera en que se trata el hecho de que padezca el síndrome de Tourette, haciéndonos partícipes de sus inseguridades y de cómo se siente cuando se enfrenta a la sociedad. Resulta muy sencillo empatizar con él porque su vida en la escuela no es fácil y nos dará más de una lección de vida.
Hope es otro personaje que me ha maravillado prácticamente desde que pronuncia la primera frase en la historia. Es una chica muy comprensiva, también muy leal y, a lo largo de los años en los que se centra la historia, veremos cómo su vida pega un vuelco y cambia por completo al personaje, teniendo que acompañarla en momentos en los que su comportamiento nos sorprenderá pero esto lo tenemos que encuadrar dentro de la situación que está viviendo, lo que nos permitirá acercarnos todavía más a ella.
Debido a que el libro realiza un recorrido a lo largo de varios años de la vida de Hope y Spencer, gozarán ellos de todo el protagonismo y no llegaremos a conocer a demasiados secundarios, más allá de las familias y algunos amigos de ellos, estos últimos con apariciones esporádicas debido a los cambios que se van produciendo en la vida de cada uno de los protagonistas.
La historia que esconde el libro no resulta demasiado compleja pero llega con facilidad al lector, pues goza de una gran sensibilidad y atravesaremos con los personajes momentos de lo más complicados que nos harán sufrir con ellos. Y es que, pese a ser una historia sencillita, esconde algún que otro giro inesperado que hará que nos dé un vuelco el corazón y que nos meterá de lleno en un mar de lágrimas sin control.
Uno de los grandes aspectos positivos del libro es que le dé voz al síndrome de Tourette. Yo había escuchado hablar de él en alguna ocasión pero tenía un desconocimiento absoluto sobre él así que, nada más empezar a leer, busqué información. Y os digo que me encanta la forma en la que se trata porque queda completamente claro cómo se siente el protagonista, pero sin hacer que esto sea el centro de la historia, si no un elemento más que conforma sus circunstancias. Se trata el tema con total naturalidad, llegando incluso a hablar de medicación.
Me ha encantado el ritmo del libro y es que, además de enganchar desde el primer momento, los capítulos son bastante cortos. Esto, unido al hecho de que la historia se divide en varios momentos temporales distintos, teniendo en cuenta la edad de los protagonistas, hace que estén sucediendo cosas continuamente y que no puedas aburrirte en ningún momento.
El desenlace también me ha gustado mucho. Teniendo en cuenta cómo estaba transcurriendo el libro, me daba bastante miedo el final que me iba a encontrar pero tengo que decir que la autora ha sabido finiquitar la historia muy bien. Eso sí, ha dado lugar a más y más lágrimas por mi parte pero me ha permitido finalizar la novela con una sonrisa porque no es un final perfecto pero es un final bonito.
Se trata de un libro que ha provocado todo tipo de sensaciones en mí. Me ha fascinado por la trama romántica pero también por todo lo demás y es que resulta una historia tierna, sensible y delicada. Os decía al inicio que esperaba únicamente algo sencillo con lo que desconectar pero ha superado con creces mis expectativas y me ha dejado maravillada.
En definitiva, La taxonomía del amor es un libro que me ha gustado mucho, tanto por sus protagonistas, los cuales te permitirán conectar enseguida con ellos, como por la historia en sí, la cual es bonita, profunda y a la vez dolorosa. Muy recomendable.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.
