Autora: Liz Tomforde
Editorial: Montena
Nº de páginas: 464
Precio: 18´95€
Tomo: 2/5
RYAN
Soy
el nuevo capitán de los Devils, el equipo de la NBA de Chicago, y lo
último que necesitaba este año era que Indy Ivers, la mejor amiga de mi
hermana, se mudara a mi apartamento. Es desordenada, histérica y
demasiado tentadora.
Pero
cuando el director del equipo expresa su desaprobación por mi ascenso a
capitán, refiriéndose a mí como un lobo solitario sin equilibrio entre
la vida laboral y personal, no se me ocurre mejor manera de convencerle
de lo contrario que fingir que salgo con mi simpatiquísima compañera de
piso.
Tener
una novia falsa no tenía por qué ser complicado, pero tener a Indy bajo
mi techo y en mi cama es complicado, sobre todo cuando quiere también
la parte romántica que yo nunca podría darle.
INDY
Nunca
imaginé que viviría con el hermano de mi mejor amiga, la superestrella
de la NBA Ryan Shay. ¿Más increíble aún? Me necesita para que actúe como
su novia, amantísima y cariñosa, que de repente lo ha convertido en un
tipo simpático y accesible.
Porque, bueno... no lo es. Es un obseso de su espacio personal y no confía en los demás.
Pero
nuestro acuerdo no es unilateral. Tengo una boda dentro de poco, a la
que asistirán todos mis amigos de la infancia, incluido mi exnovio, y no
hay mejor venganza que ir acompañada del héroe de mi ex.
Sin
embargo, a veces se me hace imposible separar lo real de lo falso.
Enamorarme de mi compañero de piso nunca formó parte del trato, sobre
todo cuando Ryan no hace más que recordarme que no cree en el amor.
Opinión personal:
Después
de una primera parte que me maravilló, al día siguiente fui corriendo a
la librería a comprar la segunda, y es por ello que no tardé demasiado
en leerla. Además, todo el mundo decía que este era incluso mejor que su
antecesor pero, en mi caso, ya os adelanto que esta reseña va a ser
completamente unpopular opinion.
Ryan
es el mellizo de Stevie, la protagonista del tomo anterior. Es un
popular jugador de baloncesto completamente unido a su hermana pero que,
en realidad, se encuentra bastante solo, pues le cuesta relacionarse y
su zona de confort es su casa. Indy, por su parte, es una auxiliar de
vuelo y mejor amiga de Stevie que no pasa por su mejor momento, pues
acaba de descubrir que su pareja de seis años le ha puesto los cuernos.
Indy
se ha quedado sin pareja y sin casa, y es por ello que a Stevie se le
ocurre proponerle a Ryan que la deje vivir en su casa, al menos mientras
soluciona una serie de problemas. Dada la importancia que le da Ryan a
su hogar, este se niega en rotundo, pero Stevie termina siendo tan
convincente que el chico accede a que viva temporalmente con él.
La
relación entre ellos en un principio no será sencilla, pues Ryan no
está demasiado dispuesto a intercambiar la más mínima palabra con ella
pero, al poco tiempo, se da cuenta de que su presencia en su vida puede
ser más positiva de lo que creía pues, según recomendaciones de gente de
su equipo le conviene tener una relación sólida, así que decide pedirle
a la chica que finja ser su pareja.
Ryan es
un personaje al que ya he adorado en el tomo anterior y en este también
me parece una maravilla de chico. Sin embargo, esperaba más de él, y es
que, aunque prácticamente todos los rasgos de su personalidad son
positivos, no ha conseguido transmitirme todo lo deseado. Él adora la
idea de familia, pero cree que eso no es para él dado que ha tenido
malas experiencias en el pasado y, desde entonces, no quiere mantener
relaciones con nadie. Es un chico hermético, que ocupa una posición de
liderazgo en su equipo pero completamente desapegado de sus compañeros
una vez que finaliza el partido. También es tierno, generoso, un chico
muy dulce que merece mucho la pena.
Indy
es otro personaje que, en general, me ha gustado, pero que tiene muchas
cosas que no me gustan. Me da la impresión de que tiene demasiada
fijación con la idea de lo que ella considera una vida perfecta y a
veces he sentido que va encadenando relaciones, que no es capaz de estar
sola. También es una persona muy extrovertida y sociable, le encanta
estar rodeada de gente, algo completamente contrario a la personalidad
de Ryan. Lo siento mucho porque sé que muchos la adoráis pero,
sinceramente, a mí me ha parecido un tanto patética por momentos y muy
poco independiente.
Como
personajes secundarios, nos reencontraremos con muchos de los ya
conocidos en el tomo anterior. Tendrán bastante repercusión Stevie y
Zanders, los cuales me han encantado porque tendrán mucha presencia en
la relación de Ryan e Indy. También hay por ahí pupulando algún otro al
que todas estamos deseando conocer a fondo, Rio, ya que es una maravilla
de chico y todo un descubrimiento. Lo que me está gustando de esta saga
es que se está formando una especie de familia a la que vamos
conociendo cada vez más a lo largo de todos estos libros y es inevitable
desear conocer su historia.
Y
aquí viene mi gran problema con el libro, y es que no he me creído para
nada la relación. No entiendo cómo gusta tanto, pues considero que es
un instalove de manual. Me ha costado horrores creer que un chico que no
se relaciona con nadie desde hace años, se vuelque tanto en una
relación prácticamente desde el primer día. Y en el caso de ella, más de
lo mismo, no tiene sentido que nos esté vendiendo lo mucho que echa de
menos al sinvergüenza de su ex y a la vez ya esté enamorada de otro. Si
todo esto hubiera sucedido de una manera más lenta, me habría parecido
un punto de partida ideal, pero que todo esto suceda en cuestión de
semanas, lo siento, pero no me lo he creído.
Y,
teniendo en cuenta la dinámica que sigue todo el libro de mostrarnos a
dos personas completamente enamoradas cuando apenas se conocen pero que
no están juntos no sabemos muy bien por qué, estaba claro que el
desenlace iba a ser más de lo mismo. Una demostración brutal de
sentimientos desmedidos en un periodo de, no sé si lo he entendido mal,
pero creo que seis meses. Y en todo ese tiempo son capaces de odiarse,
de amar a otros, de enamorarse, de quererlo todo con la otra persona. Lo
siento, pero me ha parecido todo muy precipitado.
Algo
que sí considero positivo de este libro, es que se tratan temas
importantes, tales como la infertilidad. Es cierto que también esto se
resuelve de una manera un tanto extraña pero bueno, me ha gustado que se
le dé voz a un problema que afecta a muchas mujeres y que apenas tiene
presencia en la literatura actual.
Se
trata de un libro de unas 460 páginas que se lee de manera muy rápida. Y
es que si algo tiene esta saga es que se devora. Aún así, yo reconozco
que este me ha llevado un poco más de tiempo leerlo porque la trama no
me terminaba de enganchar y por momentos sí que estaba deseando
terminarlo ya que no soportaba semejante dosis de azúcar. Y, como
narradores, tenemos a Ryan y a Indi.
Lamentablemente,
este libro se ha convertido en una decepción para mí. Si no llevara las
expectativas tan altas, quizás habría conseguido disfrutarlo más pero,
despues de una primera parte magnífica, espereraba más de lo mismo con
esta y la verdad es que me ha atrapado en muy contadas ocasiones. Sí, se
deja leer y es una historia en su mayor parte entretenida, pero me ha
parecido una historia demasiado idílica y con una dosis de azúcar
desmesurada y eso es algo que a mí casi siempre me chirría.
Pese
a esta decepción con este libro, tengo claro que no voy a abandonar la
saga. Si he disfrutado tanto de su primera parte, estoy convencida de
que también voy a poder disfrutar de las de los otros personajes. En el
tercer tomo nos tocará conocer a Kai, un padre soltero al que ya hemos
ido conociendo un poco a lo largo de este libro. Espero encontrar en él
la magia del primero y no la poca crecibilidad de este segundo.
En
definitiva, Jugando fuerte es un libro que me ha decepcionado bastante
pues, aunque considero que el protagonista masculino es maravilloso, me
ha parecido un romance completamente recargado y muy poco creíble y por
momentos solo sentía ganas de terminar la lectura de una vez.
La ciudad de los vientos:
1ºRozando el cielo
2ºJugando fuerte
3ºPerdiendo el control
4ºSiguiendo el juego
5ºVolviendo a empezar


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