Editorial: Esencia
Nº de páginas: 624
Precio: 15´90€
Tomo: 2/2
Elías es un hombre serio e intransigente, pero justo. También es, según la opinión generalizada de quienes lo rodean, aburrido, arrogante y puntilloso. Es, además, dueño de una próspera escuela de hípica, padre de una adolescente complicada ―y mucho más problemática de lo que ella le deja ver― y viudo desde hace tres años. Se siente solo, pero eso es algo que está decidido a solucionar.
Beth es distante, esquiva y un tanto cínica. Y guarda un secreto que condiciona su relación con los hombres. Un secreto que la amedrenta y le despierta una sospecha: ella no es como las demás mujeres. Ella está «averiada». Algo que le ha quedado claro tras una amarga relación que también le ha hecho ver que el estado ideal ―al menos para ella―es la soltería. Y así está decidida a seguir por los siglos de los siglos, amén.
El problema es que Elías está interesado en Beth. Y es incluso más terco que ella. Y, además de arrogante, es atractivo, carismático e insistente. Y, por añadidura, besa de maravilla.
Opinión personal:
Vaya aventura leer un libro con este grosor teniendo en cuenta lo mucho que me está costando avanzar con mis lecturas últimamente pero, ya lleva en mi estantería prácticamente desde que se publicó y no me apetecía que siguiera acumulando polvo. Además, si mal no recuerdo, el año pasado no leí a Noelia Amarillo y, teniendo en cuenta que es una autora que me suele gustar, me daba rabia que en 2024 me volviera a pasar lo mismo.
Elías lleva tres años lidiando con la soledad pues, tras el fallecimiento de su mujer, ha decidido centrarse en su hija y en su profesión. Beth, por su parte, lleva mucho tiempo sin tener pareja, pues ha pasado por una experiencia de lo más desagradable y no se siente capaz de volver a amar a alguien.
Cada uno de ellos tiene su propia escuela de hípica y es por ello que, aunque no lo deseen, tienen que entenderse, pues sus terrenos se encuentran en una zona limítrofe. Y precisamente las dos hermanas de Beth y esta misma han tenido sus más y sus menos con él, ya que es un hombre serio y esquivo que lo da todo por su escuela.
Sin embargo, cuando Beth decida hacer mejoras para las personas con las que trabaja haciendo terapias con caballos, se encontrará con la agradable sorpresa de que Elías le brindará su ayuda. No es algo con lo que contara y tampoco le agrada demasiado iniciar un proyecto con su cooperación, pero sabe que le será de utilidad.
Beth es un personaje que no me ha transmitido lo suficiente y tampoco es, ni de lejos, mi favorito de todos los que he leído de la autora. Es la más sensata de sus hermanas, por lo que Elías siempre recurre a ella cuando hay un problema que solucionar. Es bastante reservada y muy trabajadora, Siente que no tiene derecho a amar a nadie, pues hay algo en ella que le impide relacionarse con normalidad con los hombres debido a una experiencia pasada, por lo que deberá superar sus miedos si desea enamorarse de nuevo.
Elías me ha gustado un poco más, pero también me ha resultado un poco insulso. Es un hombre que arrastra mucho dolor tras la pérdida de su esposa. Desea ser un buen padre pero a veces se le hace bastante cuesta arriba, pues no termina de entender a su hija. Su experiencia en el amor es de lo más agradable, pues ha querido a su mujer desde que eran muy jovencitos y no tiene ni idea de lo que es estar con otras personas. Me ha faltado en él bastante garra y no he llegado a conectar con él.
En este libro podremos reencontrarnos con personajes ya conocidos por todos. Por un lado, volveremos a saber del resto de las hermanas de Beth, es decir, de Sin y de Mor, protagonista del tomo anterior, así como de la madre de las chicas. También tendremos ocasión de descubrir a un personaje muy especial vinculado con Elías que os sacará unas cuantas risas pero también os enfadará alguna vez con sus comentarios.
Gozarán de un protagonismo especial Jaime, el cuñado de Mor, y Rocío, la hija de Elías. Son dos personajes que me han encantado y han sido, sin lugar a dudas, mi impulso para seguir leyendo el libro. Él es un jovencito muy trabajador que disfruta enormemente conquistando a diferentes mujeres y ella es una chica con el alma rota tras el fallecimiento de su madre que siente cómo su relación con su padre se rompe poco a poco.
La historia de amor de Elías y Beth me ha resultado de lo más descafeinada. Teniendo en cuenta el carácter fuerte de él y lo mucho que le cuesta a ella soltarse, esperaba que hubiera un mayor tira y afloja entre ellos, pero pasan la mayor parte del libro juntos tratando de superar los problemas de su alrededor y no he percibido para nada su química.
A mi parecer, salva la historia la trama de Jaime y Rocío, la cual tendrá mucho protagonismo y creo que resulta mucho más interesante todo lo que se odian y la manera en la que están picándose continuamente. Con ellos sí que me he reído y sí que he sentido esa necesidad de saber cómo avanzaba su relación.
Eso sí, con respecto a esto tengo que poner un pero, y es que me ha costado mucho entender el comportamiento de Rocío. Es una chica que está a punto de cumplir los dieciocho años y se comporta como una auténtica niña. Entiendo que su padre la ha sobreprotegido, pero su forma de expresarse parece el de una cría de doce años. Es demasiado caprichosa y egoísta y, aunque algunas cosas pueden estar justificadas por la pérdida que ha sufrido, creo que no todo es válido.
Y, con respecto a la trama principal hay también algo que me ha chirriado, y es que la protagonista esconde un secreto que le impide relacionarse con los hombres. Esperaba otro tipo de cosa y sí que me ha sorprendido, pero me ha parecido bastante pillado con pinzas y no he conseguido creérmelo demasiado. Además, la forma en la que se resuelve tampoco me ha convencido.
Se trata de un libro de más de 600 páginas que, pese a su grosor, se lee bastante rápido. Los capítulos son cortitos. Eso sí, he tenido la misma sensación que con otras historias de la autora y es que creo que tiende a crear libros muy gruesos y, en muchas ocasiones, le sobran páginas, como es el caso de este. Considero que algunas cosillas están metidas con calzador y eso le resta credibilidad a la historia, por lo que hubiera preferido algo más breve pero más consistente.
Por lo tanto, aunque se trata de un libro que he disfrutado y no me ha costado absolutamente nada leerlo, no es, ni por asomo, de mis favoritos de la autora. Esta es la segunda parte de una bilogía con historias autoconclusivas, de la cual me gustó bastante más el primero. Creía que habría una tercera parte que nos contase la historia de Sin pero, según ha dicho la autora en redes sociales, finalmente solo tendremos la oportunidad de conocer a Jaime en una nueva saga de la cual ya está publicado el primer libro, No soy tu príncipe y, por cierto, ya lo tengo en casa. Sabiendo lo mucho que me gustó este personaje, ya os podéis imaginar lo mucho que me apetece conocer su historia.
En definitiva, El roce de tu piel es un libro que me ha gustado pese a que le he encontrado numerosos fallitos, como la falta de conexión entre los personajes principales y algunos detalles que no me han resultado del todo creíbles, pero que se salva debido a una trama secundaria potente.
2ºEl roce de tu piel
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