Editorial: Esencia
Nº de páginas: 552
Precio: 17´90€
Tomo: Autoconclusivo
Nacho Duarte es un reconocido director de cine mexicano que, tras la muerte de su esposa, cerró las puertas de su corazón a cal y canto. Le gusta disfrutar con las mujeres, pero no suele repetir con la misma porque no piensa volver a enamorarse.
Su último trabajo lo traslada a España, donde va a rodar una película de acción cuya actriz principal es su amiga Estela Ponce. Sin embargo, para las escenas más peligrosas cuenta con la colaboración de Andrea Madoc, una militar estadounidense que, además, trabaja como especialista de cine.
Andy es una chica simpática, bromista y divertida que hará que el corazón del guapo director mexicano vuelva a latir con fuerza.
Opinión personal:
En mi caso, puedo decir que no hay verano sin Megan Maxwell y es que, además, me he propuesto leer los dos libros pendientes que tenía de la autora, que son este y ¿Tú lo harías? Es cierto que mi opinión sobre sus libros ha ido cambiando a peor con sus últimas publicaciones pero, aún así, sigue siendo para mí un lugar seguro al que recurrir.
Andrea Madoc es una militar que no pasa por su mejor momento después de una triste experiencia que le ha hecho replantearse el futuro de su profesión. Ahora debe decidir si continúa siendo piloto de caza y, por lo tanto, seguir corriendo un riesgo continuo o reinventarse y convertirse en instructora.
Nacho Duarte, por su parte, es un exitoso director de cine que ha recibido numerosos premios. Sin embargo, en el amor no es tan afortunado pues, después de casarse con la mujer de su vida y ser sumamente feliz con ella, esta ha fallecido y ese es un dolor que Nacho todavía arrastra y que le hace no querer enamorarse de nuevo.
Cuando Andy y Nacho se conozcan, la química será brutal. Ambos tienen claro que no desean una relación, pues Nacho no consigue superar la muerte de su esposa y Andy, por su profesión, considera que es un trabajo demasiado complicado para comprometerse con nadie. Además, Andy no es la clase de mujer que le suele gustar a Nacho, pues es grosera, malhablada y tiene mucho carácter.
Andy es un personaje que no ha estado mal. Si te han gustado las protagonistas de los libros anteriores de Megan Maxwell, esta también te gustará, pues es exactamente igual a todas las demás. Es muy extrovertida, atrevida, valiente, y con un corazón enorme. Es muy descarada a la hora de ligar y es feliz conociendo a diferentes chicos, sin tener nada serio con ninguno. También es bastante maleducada, y no se corta a la hora de decirle lo que piensa a la gente, recurriendo a menudo a palabras malsonantes.
Nacho es un personaje que tampoco ha estado mal, pero también es un calco de los otros protagonistas de Megan Maxwell. Es un chico guapísimo y muy adinerado que consigue ligar con quién se proponga, y es que no se corta a la hora de ligar, pero sabe que ni de broma llegará a mantener una relación con alguien. Pese a todos los lujos que rodean su vida, es muy sencillo en el trato, portándose muy bien con todo el que le rodea y teniendo un sólido grupo de amigos.
Como personajes secundarios tendremos, principalmente, a los protagonistas de otros libros de Megan Maxwell. Hablamos de Noelia Estela Rice Ponce, Tony Ferrasa, Ruth... entre otros. Yo leo los libros de la autora de manera muy espaciada, así que solo los recordaba por el nombre y no he podido disfrutar demasiado de cómo les iba en la actualidad porque ya ni me acordaba de quién era pareja de quién. Además de ellos, destaca especialmente Hattie, la mejor amiga de Andy, quién me ha encantado, así como Max, el hermano de Andy, quién también me ha gustado mucho. Otro personaje que me ha fascinado es Masako, quién tiene su particular (aunque muy breve) historia y que también me ha encantado con sus intervenciones.
El romance no ha estado nada mal, pero no se puede decir que resulte del todo creíble. Que se produzcan una, dos, tres casualidades, te lo compro, pero cuando estas ya son constantes y te encuentras a la persona a cada paso que das, solo puedo indignarme por pensar que se creen que nos pueden colar una historia tan poco creíble. Y es que los sentimientos crecen a un ritmo bastante acelerado, pero eso podría pasarlo por alto, lo que no puedo pasar por alto es la ingente cantidad de casualidades.
Se trata de un libro de unas 550 páginas que se lee bastante rápido. Los capítulos son muy cortitos y están narrados tanto por Andy como por Nacho. Entiendo que esta autora no es para todo el mundo pero, si le has pillado el punto a sus historias, una de sus características es que atrapan con facilidad y te dejas llevar por la lectura desde el primer momento, sin llegar a aburrirte.
Y mi gran pega con respecto a este libro podría ser aplicable a todos los demás libros de Megan Maxwell. Me duele decirlo porque es una autora a la que llevo leyendo muchos años, pero siento que ya no hay espacio para la novedad y la sorpresa en sus historias. Entiendo que, publicando tanto, pueda haber similitudes entre algunos de sus libros, pero lo que no puede ser es que todos sean exactamente iguales.
La protagonista alocada que disfruta libremente de su sexualidad y que consigue llevar a su terreno al hombre poderoso y un tanto borde que no deseaba enamorarse, el mundo de la fama que siempre acompaña a alguno de sus protagonistas, ciertas expresiones que no dejan de repetirse libro tras libro... es que es imposible no saber lo que va a pasar porque todos son exactamente iguales y, a veces, tengo la sensación de que estoy leyendo continuamente a la Judith de Pídeme lo que quieras en sus 500 vidas diferentes, porque todas las protagonistas son exactamente las mismas. Eso sí, en este ha faltado el amigo gay (aunque alguno por ahí hay) completamente estereotipado que ya llega hasta a molestar, porque vale que una de las protagonistas tenga un amigo homosexual, pero que todas lo tengan y que todos los chicos tengan una personalidad alocada haciendo comentarios salidos de tono y demás me da la impresión de que está contribuyendo todavía más a la idea errónea de que un gay solamente puede ser un ligón nato que hace comentarios subiditos de tono sobre el chico de turno. Creo que la autora lo hace con el máximo respeto, pero ya empieza a chirriar un poco eso. Y también tenemos, por supuesto, a la mascota de uno de los protagonistas que se repite libro tras libro y, aunque esto es algo muy personal, no me ha gustado nada el hecho de que el protagonista tenga camadas de cachorros. No los vende, faltaría más, pero creo que el mensaje que se lanza con respecto a esto no es el más adecuado teniendo en cuenta cómo están de saturadas las protectoras, en muchos casos precisamente por los particulares que no esterilizan a sus mascotas. Pero bueno, ese es otro debate en el que no voy a entrar aquí en profundidad.
Por lo tanto, sí, es un libro del que he disfrutado y agradezco que esta historia haya llegado a mis manos pues estaba con otra lectura que estaba a punto de llevarme al bloqueo lector y necesité combinarla con otra. Sabía que Megan Maxwell era la opción correcta porque, aunque honestamente no considero que sean libros especialmente buenos, consiguen entretener, y eso es lo único que necesitaba en ese momento.
No quiero que dé la impresión de que estoy haciendo una reseña especialmente negativa contra la autora ni mucho menos, porque ya os he dicho que llevo leyéndola muchos años y la respeto muchísimo. Simplemente lo digo a modo de crítica constructiva. Creo que Megan Maxwell tiene el talento suficiente para salirse del molde y hacer historias completamente rompedoras que nada tengan que ver con lo publicado hasta ahora. De hecho, El día que el cielo se caiga, que es una de sus novelas más diferentes, creo que es de las que mejores críticas ha recibido, y tal vez ese sea el camino a seguir. El hecho de que haya estado publicando de manera tan seguida, posiblemente también le haya jugado en contra.
Este libro se puede leer de forma completamente independiente pero pertenece al mismo mundo de los libros ¿Y a ti qué te importa? y ¿Y a ti qué te pasa? Si no los habéis leído no pasa nada, yo hace muchísimo que los leí, hasta el punto de no recordar absolutamente nada de ellos y he conseguido disfrutar igualmente de él, pues lo único que tienen en común es que los protagonistas de esos libros aparecen de forma asidua en este también.
En definitiva, ¿Y a ti qué te pica? me parece una lectura perfecta para estas fechas, pues resulta muy sencillo disfrutarlo ya que se trata de una historia fresca, rápida, divertida pero, lamentablemente, no aporta nada nuevo con respecto a otros libros de la autora.
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