Editorial: Plaza & Janés
Nº de páginas: 400
Precio: 22´90€
Tomo: Autoconclusivo
Violeta viene al mundo un tormentoso día de 1920, siendo la primera niña de una familia de cinco bulliciosos hermanos. Desde el principio su vida estará marcada por acontecimientos extraordinarios, pues todavía se sienten las ondas expansivas de la Gran Guerra cuando la gripe española llega a las orillas de su país sudamericano natal, casi en el momento exacto de su nacimiento.Gracias a la clarividencia del padre, la familia saldrá indemne de esta crisis para darse de bruces con una nueva, cuando la Gran Depresión altera la elegante vida urbana que Violeta ha conocido hasta ahora. Su familia lo perderá todo y se verá obligada a retirarse a una región salvaje y remota del país. Allí Violeta alcanzará la mayoría de edad y tendrá su primer pretendiente...
En una carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás, Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados, momentos de pobreza y también de prosperidad, pérdidas terribles e inmensas alegrías. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, en última instancia, no una, sino dos pandemias.
Opinión personal:
A algunos os sorprenderá ver en mi blog un libro de Isabel Allende y, de hecho, es la primera vez que la leo pese a llevar toda la vida queriendo hacerlo. Sin embargo, intento abarcar cada vez más autores e historias diferentes pues, ya que he medio abandonado la fantasía, no quiero ceñirme únicamente a romántica pura y dura.
Conoceremos a Violeta desde el mismo momento de su nacimiento, en el seno de una familia conformada por hombres, a excepción de su madre. Allí puede vivir una vida acomodada, sin problemas económicos, y ni tan siquiera los estragos de la gripe ni de la Gran Guerra podrán destruir las cuentas favorables de la familia.
Sin embargo, una nueva crisis provocará el tropiezo definitivo en los negocios de su padre, dando como resultado la marcha del lugar que siempre ha conocido y dejando espacio para alguna que otra desgracia familiar. Seremos partícipes de la entrada de Violeta en la edad adulta, y también de cómo su hermano, José Antonio, se convierte en su gran apoyo, en conjunto con Miss Taylor, su institutriz y una de las personas relevantes de su vida.
Acompañaremos a Violeta también durante su vejez, viendo anteriormente cómo descubre el amor, cómo todo va cambiando a su alrededor y cómo debe ir abriéndose camino. Será víctima de varias tragedias, algunas de ellas habituales a lo largo de la vida de cualquier persona, pero otras no tanto, lo que nos dejará momentos de auténtico dolor. Y es que, además, Violeta será una mujer que tendrá más de una lucha personal.
Violeta es una protagonista que me ha gustado mucho. Adoro acompañar a un personaje desde su nacimiento hasta los últimos días de su vida, siendo testigos de los errores y aciertos que va cometiendo. Y es que resulta una mujer completamente real, siendo generosa y bondadosa en la mayoría de ocasiones, pero también tomando decisiones, a mi parecer, muy equivocadas y que van a marcar su vida para siempre. Solamente me ha indignado muchísimo debido a la consideración que tiene con cierto personaje, ya que me ha costado entender que, después de sospechar ciertas cosas, no decida cortar por lo sano para siempre. Por lo demás, he conseguido empatizar mucho con ella, con su dolor, con sus miedos.
Si hay un personaje que me ha fascinado en este libro es Miss Taylor, la institutriz de Violeta. No es que tenga un protagonismo relevante ni mucho menos, pero goza de ciertas características que me habrían gustado incluso para la cabeza del libro, pues es una mujer luchadora que no busca solo las victorias personales, si no también las de la globalidad. Se convertirá en todo un referente para la protagonista y yo la he adorado. También destaca José Antonio, su hermano, con sus decisiones a veces equivocadas pero sin dejar de ser una gran apoyo para Violeta en todo momento. Y, por último, he de destacar a los grandes amores de Violeta, a los cuales no nombraré para no desvelaros nada, pero os adelanto que a uno de ellos lo he odiado con toda mi alma.
La ambientación de este libro me ha parecido exquisita. Temporalmente, nos situaremos entre 1920 y 2020, siendo partícipes de la pandemia de la gripe española y también de la que todos hemos vivido, la del coronavirus. Me ha gustado mucho ver los paralelismos entre una y otra y la manera en que se afrontaron. Y este libro nos permitirá también viajar por lugares tan diversos como Noruega, Miami, Chile...
El libro está escrito en clave epistolar, de forma que la historia es contada por la propia protagonista a Marcelo, una de las personas más importantes de su vida y quién no sabremos quién es hasta más o menos las últimas cien páginas. Me ha gustado mucho esta idea porque, al descubrir de quién se trata, nos resultará todo incluso más emotivo.
Si buscáis un libro que tenga un poco de todo, sin lugar a dudas, es este. Podéis encontrar desde romances tóxicos, pasando por dramas familiares, momentos de penurias, también de éxito económico... Lo que vienen siendo los vaivenes típicos de la vida de cualquier persona, en las cuales algunas pueden ser un camino de rosas, y otras no tanto, como es el caso de Violeta, una mujer que, además de enfrentarse a sus propios demonios, vive en sus carnes dos pandemias.
Los capítulos son un poco larguitos, pero sin que resulten excesivos, algo que ya sabéis que yo odio. Se dejan leer a la perfección y sus casi 400 páginas no se harán en absoluto extensas. Eso sí, os advierto que no es una historia para leer teniendo la cabeza en mil sitios, pues contiene muchos datos que se perderán si no lo lees con los cinco sentidos y es muy fácil que llegues a desconectar, haciendo que resulte imposible disfrutar de la historia. A mí me llevó su tiempo terminarlo precisamente porque quería leerlo con toda mi concentración puesta en él.
Como os decía al inicio de la reseña, esta es mi primera lectura de Isabel Allende. Reconozco que llevaba bastante miedo porque temía encontrarme una pluma demasiado recargada, pero no ha sido así. Me ha resultado una lectura muy fácil, a la que me enganché enseguida y que me hizo descubrir una nueva pluma que, estoy segura, no va a faltar en mi estantería a partir de ahora.
En definitiva, Violeta ha sido una gran lectura para mí, un libro con grandes personajes en el cual la propia Violeta brilla con luz propia, dejándonos una historia trepidante con desamores, dramas, luchas y mucha, mucha emoción.