Editorial: Puck
Nº de páginas: 384
Precio: 20€
Tomo: Autoconclusivo
Adam es un fanático del cine, tiene diecisiete años y un chico muy guapo lo acaba de invitar a salir. ¡Su primera cita! Con el corazón a mil, Adam acepta y se enamora de Callum, como pasa en las películas.
Ben está obsesionado con la moda, tiene dieciocho años y se ha ido de casa después de que su madre descubriera su colección de revistas gays. Pero, al llegar a Nueva York, Ben empieza a sentir su sexualidad menos como un secreto y más como una insignia de honor.
Entonces Callum desaparece y deja a Adam con el corazón roto, y Ben descubre que el mundo que acaba de descubrir no es tan abierto de mente como pensaba. Cuando Adam por fin encuentra a Callum, se entera de que el chico al que ama está muy enfermo. Y, en un encuentro casual cerca del hospital donde Callum está ingresado, Ben y Adam se conocen. Cuando ambos empiezan a abrirse a las posibilidades del amor y la vida queer, se dan cuenta de que, a veces, las únicas personas que pueden ayudarnos son las que nos ven tal y como somos, en todo nuestro esplendor, por caótico que sea.
Opinión personal:
Comencé este libro esperando una historia sencillita pero sin grandes expectativas, porque ya sabéis que lo que busco ahora mismo es precisamente algo que me permita únicamente pasar un rato agradable pero que no resulte denso ni demasiado profundo. Sin embargo, me llevé una sorpresa en diversos aspectos.
Las vidas de Adam y Ben no pueden ser más diferentes. Mientras que el primero va descubriendo poco a poco su sexualidad y conociendo el amor, Ben vive un momento complicado tras sufrir el rechazo de su familia precisamente por su condición sexual. Su vía de escape será su hermano, quién le abrirá las puertas de su casa, y también Rebeca, una chica que le permitirá adentrarse, poco a poco, en el mundo de la moda que tanto ama.
Adam, por su parte, acaba de conocer a Callum y los sentimientos entre ellos son cada vez más fuertes. Sin embargo, la vida les pondrá en un aprieto cuando Adam descubra que su novio está gravemente enfermo. Tendrá entonces que sacar toda su entereza y luchar no solo por su amor, si no también contra todos aquellos que los miran como si fuesen apestados.
Y en medio de todo ese dolor, Ben se cruzará en la vida de Adam. Entre ellos surgirá una chispa instantánea, pero la situación de este último no es la más idónea para conocer a nadie, pues se encuentra en uno de los momentos más complicados de su vida. Mientras tanto, Ben irá ampliando su círculo social y vivirá su despertar sexual.
Adam es un personaje que me ha gustado mucho. Pese a que todavía no ha cumplido los dieciocho años, tendrá que hacer un acto de madurez al enfrentarse a la enfermedad de su chico. Debido a la época en la que se encuentran, ni tan siquiera pueden vivir ese dolor libremente, pues saben que de ser conocida la noticia serían rechazados por alguna de la gente a la que quieren. Me ha parecido un chico adorable, muy sensato, en el cual no hay espacio para los malos sentimientos.
Ben también me ha gustado mucho. En su caso, tiene que convivir con el dolor que le causa el rechazo de su familia. Está empezando a abrirse camino profesionalmente pero, a su vez, también está descubriendo quién es, pues hasta el momento no ha tenido la oportunidad de decir abiertamente que es gay y, por lo tanto, apenas se ha relacionado con gente de su misma condición sexual. Me ha parecido un chico muy tierno, muy genuino, y algunas de las situaciones que tiene que vivir me han dolido en el alma.
Hay personajes muy potentes en este libro, como son Callum, Gil, el hermano de Ben y Rebeca, algo así como su compañera de trabajo pero alguien que se convertirá en parte esencial de su vida. En el caso de Callum, es imposible no adorarlo pues, pese a la terrible situación que vive, no dejará de demostrar su generosidad. En el caso de Gil, creo que resulta muy interesante su postura con respecto a Ben porque hay cosas que no termina de entender y, aunque por momentos podamos indignarnos, él tratará de estar siempre al lado de su hermano. Y Rebeca ha sido adorable de principio a fin, sin más.
El libro nos trasladará a 1990. Destaco esto porque en esta historia es importantísimo el contexto. Tengamos en cuenta que se trata de una época en la que, desgraciadamente, los homosexuales todavía no eran aceptados por buena parte de la sociedad, mientras que el sida se iba extendiendo, cobrando la vida de multitud de jóvenes y no tan jóvenes y era precisamente a los homosexuales a quienes, erróneamente, se les estigmatizaba debido a esta enfermedad.
Es por ello que en este libro viviremos situaciones muy duras y desagradables con respecto a esto. Seremos testigos de ataques homófobos, veremos cómo estos son rechazados aún cuando sus condiciones de salud son pésimas y como se les puede negar incluso auxilio. Ya os digo que no es un libro fácil de leer en este sentido porque el dolor que sienten los personajes se palpará a través de las páginas y resulta terrible ver cómo no les queda más remedio que incluso darle cierta normalidad a algunas situaciones.
El libro está dividido en diferentes meses y, a su vez, en pequeñas partes. No llega ni a las 400 páginas y ni por asomo esperaba leerlo tan pronto pero lo cierto es que me enganchó tanto y tiene un ritmo tan ágil que me duró dos días.
Esta historia ha sido toda una sorpresa para mí. Como os decía al principio, esperaba algo sencillito, un bonito romance entre dos chicos con un poquito de drama porque eso ya se nos advierte en la sinopsis, pero nunca una historia tan intensa y tan imprescindible. He sufrido muchísimo con esta lectura pero creo que es un relato muy crudo y necesario de esa época tan convulsa para los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Tengo un punto un tanto negativo que destacar y es que no sé si la sinopsis se corresponde con lo que esconde el libro. Da la impresión de que va a centrarse únicamente en un romance y lo cierto es que no es así, pues las vidas de los protagonistas trascurren por caminos completamente distintos hasta prácticamente el final del libro y se centra más bien en la historia personal de cada uno de ellos por separado. Esto no me ha molestado en absoluto pero, a mí, la sinopsis me hizo creer otra cosa.
Como veis, es un libro que me ha aportado multitud de cosas positivas y que, para mí, sería lectura obligatoria en todos los institutos. Os aseguro que es una historia dura, pero merece la pena leerla para entender mucho mejor la sociedad en la que vivimos.
En definitiva, Cuando me llamas por mi nombre me ha parecido una delicia de libro, tanto por sus protagonistas, como por los temas que trata, regalándonos una historia muy dura pero que lanza un mensaje tan necesario como aterrador para la sociedad.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.