Reseña Nadie muere en Wellington- Carmen Sereno

Autora: Carmen Sereno
Editorial: Principal de los libros
Nº de páginas: 384
Precio: 16´05€
Tomo: Autoconclusivo

«Con él aprendí que el amor no se mide en tiempo, sino en intensidad.» Noviembre de 1999, Londres. Emma lleva una existencia triste y anodina desde la muerte de sus padres, pero cuando la tragedia la golpea de nuevo, decide dar un giro a su vida y empezar de cero en Wellington, la ciudad más feliz del planeta. Allí conoce a David, el misterioso dueño de una pequeña cafetería que la ayudará a instalarse, aunque también esconde muchas cicatrices que lo atormentan. ¿Serán capaces Emma y David de dejar atrás los fantasmas del pasado y concederse una segunda oportunidad?



Opinión personal:
Esta es mi segunda lectura de la autora. Probé con ella en Maldito síndrome de Estocolmo, un libro que a mí me gustó pero no me fascinó. De hecho, ya no me animé con la segunda parte pero como se lo presté a mi hermana y le gustó, si ella se decide a comprarlo sí le daré una oportunidad. Con esa bilogía sabía, más o menos, por donde podían ir los tiros pero con este libro no tenía ni idea.

Emma perdió a sus padres siendo una niña y es por ello que gran parte de su vida la ha pasado bajo el cuidado de su tía Margaret. No era la mujer más cariñosa del mundo pero siempre se ocupó de ella de la mejor manera posible y, aunque en los últimos años y debido a su edad era Emma quien debía ocuparse de ella, siempre le ha aconsejado  que abandonase Londres e iniciase una nueva vida en un lugar mejor para ella.

Emma no es feliz en absoluto y prácticamente nunca lo ha sido. Trabaja como técnico forense y sale con un chico que no le hace para nada feliz. Es por ello que decide hacer caso de los consejos de su tía y partir a Nueva Zelanda, un lugar en el que poder empezar de cero y dejar atrás los lastres de su pasado.

Lo que Emma no espera es que allí se encontrará con David, la horma de su zapato. Mientras Emma busca trabajo, se encontrará una cafetería en la que conocerá a Kauri, el adorable amigo de David y posteriormente al propio David. Pese a las reticencias de este, empezará a trabajar con él pero lejos de tener dificultades para adaptarse al lugar, Emma tratará de indagar en la vida de este hombre tan guapo y hermético que desprende dolor por todas partes.

Emma es un personaje que me ha gustado bastante. Creo que su evolución es brutal ya que conoceremos en un principio a una chica desganada, que simplemente desea ver los días pasar para encontrarnos posteriormente con una mujer fuerte que desea luchar por ser feliz y por llegar al corazón de David. Es una chica que me parece un ejemplo de superación en todos los sentidos, tanto por todo lo que le ha tocado vivir como por el modo en que afronta su nueva realidad.
David es un personaje que me ha encantado. Descubriremos a un hombre herido y hermético. Tendremos claro desde el primer momento que algo muy duro ha tenido que sucederle para que se comporte así ya que ni siquiera su amigo Kauri conoce la razón por la cual ha llegado al lugar huyendo de todo. No tiene pareja ni se le ha conocido y parece que su único interés en la vida es sacar adelante su cafetería con su mal humor constante.

Uno de los aspectos más positivos del libro son los personajes y, más concretamente, Kauri, el mejor amigo de David, el cual me ha fascinado. Sin lugar a dudas, todos ellos están muy bien construidos y tienen una personalidad muy bien definida. Me encantaría conocer un poco más a Kauri ya que me ha dejado completamente enamorada.

Otro aspecto muy positivo es la ambientación. Comenzaremos situándonos en el Londres de 1999 para pasar posteriormente a Nueva Zelanda, más concretamente a Wellington, un lugar que se nos muestra como idílico por sus playas y su maravillosa población local.

Es un libro que tiene sus momentos duros. No es la típica historia que te hace llorar de principio a fin pero el pasado de los dos protagonistas es bastante complicado y yo me he emocionado en unos momentos a causa del dolor y otros por ver cómo se iban abriendo tanto uno como otro y dejaban salir a la luz todo eso que les mantenía atormentados, especialmente a él.

Me ha faltado un poquito más de emoción en el libro y hubo alguna parte que me resultó un tanto aburridilla pero en general se deja leer muy bien y me ha parecido una historia preciosa. Os decía al principio de la reseña que no tenía ni idea de por donde podía ir la trama y lo cierto es que me ha sorprendido muy positivamente.

En definitiva, Nadie muere en Wellington ha supuesto para mí una grata sorpresa, tanto por sus maravillosos protagonistas como por la preciosa historia con la que nos deleita dentro de, además, una ambientación idílica.

 Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.