Un accidente, una familia rota y la necesidad de reconstruirse.
¿Cómo podrán ayudarse mutuamente?
No será fácil, pero entre todos conseguirán que su casita de madera resurja de las cenizas.
Xenia está unidísima a sus tres hermanas: Zoe, Martina y Laura. También a su padre, y más todavía desde el fallecimiento de su madre, hace unos añitos. Esa pérdida ha cambiado, de manera lógica, sus vidas para siempre, y cada una ha tratado de gestionarlo de la mejor manera posible.
Mientras que Zoe ha optado por vivir con libertad su sexualidad quedando con chicos a los que conoce a través de Tinder, Laura ha optado por asumir un poco la responsabilidad sobre las hermanas al ser la mayor. Martina, la menor, atraviesa ciertas dificultades. Xenia, por su parte, trabaja en un supermercado y además tiene un autismo leve.
Ander es adorado por todos los del pequeño e idílico pueblo en el que viven, a excepción de Xenia. Trabajan muy cerca el uno del otro, ya que él es librero y, aunque se ven con muchísima frecuencia, Xenia no puede ni verlo. Le cae mal y le molesta que consiga ligarse a todas las chicas que se proponga.
Del resto de hermanas, debo decir que no han estado nada mal, pero me han parecido un pelín planas. Laura me ha gustado debido a su carácter responsable y al hecho de que vaya con pies de plomo con todo. Zoe es una chica que no desea comprometerse con nadie y una de las que peor ha llevado el tema del fallecimiento de su madre (o eso se nos dice, porque la verdad es que no la he visto flaquear demasiado en ningún momento). Martina solo tiene quince años pero su comportamiento hace que cueste comprender esa diferencia de edad con su hermana mayor, que está ya por encima de los veinte años. Me ha parecido muy divertida y dicharachera.
Viviremos con cada una de las hermanas sus inquietudes, así como sus romances. No os hablaré del interés amoroso de cada una porque sería hacer spoiler pero, aunque me han parecido muy simples, es verdad que están bastante bien llevados y no me han desagradado.
Hay un aspecto que no me ha convencido de este libro, pero lógicamente esto es algo de lo cual tengo total responsabilidad, y es que creo que esta historia está dirigida a un público más joven. Las protagonistas tienen comportamientos de lo más infantiles y estoy segura de que si lo hubiera leído con 15 años lo disfrutaría como una loca pero, a estas alturas, a mí se me ha hecho sumamente juvenil.
Otro aspecto que no me ha convencido del todo es que la autora se mete en temas muy complicados como para dotar a la trama de un poco de drama y creo que no se ahonda lo suficiente en ellos. Me parecen asuntos bastante serios para que todo se quede en la superficie, así que considero que habría sido mejor omitirlos porque la mayor parte son innecesarios o si no desarrollarlos un poco más pero, de verdad que no es necesario que cada uno de los personajes tenga su propio drama personal. Sobraba.
La ambientación ha conseguido atraparme bastante a lo largo de este libro y es que las chicas viven en una especie de bosque con poquísimos habitantes y escasos comercios. Se trata de una casita pequeña pero que encandila a todo el que se le acerca y os puedo asegurar que desearéis daros un paseo por ese idílico lugar.
Se trata de un libro de unas 400 páginas que se lee en un suspiro. Aunque a mí la historia no me ha entusiasmado, me ha resultado una lectura tan fácil que en 24 horas me lo terminé. Los capítulos son muy cortos y buena parte de la trama la narra Xenia, aunque luego habrá un narrador en tercera persona que nos trasladará la historia de los otros personajes.
En general, se trata de una historia que se deja leer muy bien, pero me ha parecido sumamente simple. Además, se da alguna casualidad extraña de esas que tanto odio y que, para mí, le restan credibilidad a la historia. Si queréis leerlo, que sepáis que no vais a encontrar nada del otro mundo, pero que es una historia bonita y de fácil lectura.
Ahora me queda la segunda parte por leer y trataré de hacerlo a lo largo de abril o, como mucho tardar, mayo. Estoy intentando no alargar demasiado las sagas y esta especialmente quiero leerla cuanto antes porque no quiero que se me olvide nada ya que luego me daría mucha pereza leerla. Sí, la historia no me ha enamorado y si no tuviera ya el segundo tomo, posiblemente abandonaría la bilogía pero, como ya lo tengo en casa, voy a darle una oportunidad. También es verdad que este primer tomo queda bastante bien cerrado y no entiendo muy bien qué temas va a abarcar el segundo, pero bueno, habrá que comprobarlo con mis propios ojos.
En definitiva, Un cielo lleno de nubes es una historia excesivamente simple con personajes bastante planos, pero que se deja leer a la perfección y que os conquistará con su ambientación.