Balance de lecturas Verano 2022

¡Hola! ¿Qué tal? Ahora que ya hemos recibido al otoño, es momento de realizar balance de lo que ha supuesto para mí este verano en cuanto a lecturas. Es una de las épocas del año en la que más suelo leer pero, en esta ocasión, ya os adelanto que me ha ido bastante mal y solamente salvaría agosto, que me ha permitido conectar un poco más con los libros, porque julio fue un auténtico desastre.

Como sabéis, al inicio del verano siempre realizo una entrada con los libros que tengo previsto leer. No es una lista inamovible, ya que voy leyendo según me va apeteciendo, pero casi siempre termino cumpliéndola. Este año, no ha sido así.

De estos tres libros, he podido leerlos todos. Mientras que La Bestia ha sido un tanto decepcionante para mí, Ciao bonita me ha sabido a poco y el de Elísabet Benavent me ha maravillado una vez más.

El libro de Florencia Bonelli iba a ser sí o sí una de mis lecturas del verano pero, finalmente, tuve una muy mala experiencia con otro libro de la autora y me daba mucha pereza leerla de nuevo, así que lo dejaré para otro momento. Y no me importa nada fue una gran decepción, un libro para olvidar debido a la relación tan tóxica que nos vende. Lamer tu piel bajo el sol de Kenia no lo leí por falta de tiempo y porque preferí darle prioridad a otras historias.

Tenía clarísimo que quería finalizar este verano la serie Sin mar y por fin lo he conseguido. No puedo decir que sea un libro que me haya maravillado pero no ha estado mal. El de Lucinda Riley me maravilló, igual que todos los demás de la serie. Ya solo me queda uno para finalizarla.

De estos dos libros no he podido leer ninguno. Los vencejos me apetecía muchísimo pero es muy grueso y, como he tenido un ritmo de lecturas muy irregular, no me veía con ganas de meterme de lleno en una historia que me ocupase tiempo y tiempo. El de Megan Maxwell espero no tardar demasiado en darle una oportunidad pero he leído recientemente otro libro suyo y no me convenció del todo, así que prefiero descansar de la autora durante una temporada.

Estos no son los únicos libros que he leído este verano, pero sí los que más me apetecían de mi lista de pendientes. He conseguido bajarla pero no tanto como habría deseado, ya que preferí darle prioridad a otros que he comprado más recientemente, como Solo un verano o Sucedió un verano. Esto es algo que me da un poco de rabia porque, mientras tanto, los que llevan más tiempo en la estantería siguen ahí acumulando polvo, pero es inevitable querer leer inmediatamente un libro que acabas de comprar porque estás con el hype a tope.

En definitiva, aunque a muchos os pueda parecer que mi verano no ha estado nada mal, para mí ha sido muy decepcionante. Y es que además me ha costado mucho conectar con la lectura y hubo días en los que apenas leía porque no me veía con ganas. No lo calificaría como una crisis lectora ni mucho menos, pero digamos que no fue mi mejor época como lectora.

Y a vosotros, ¿qué tal os ha ido este verano? ¿coincidimos en alguna lectura?

¡Un besote! ¡Nos leemos!