Reseña Y no me importa nada- Noe Casado

Autora: Noe Casado

Editorial: Esencia

Nº de páginas: 464

Precio: 15´90€

Tomo: 1/¿?

 

Mi relación con Ezra fue igual que un cóctel de frutos secos: cuando abres la bolsa, te prometes a ti misma que te comerás únicamente lo que te gusta y tirarás a la basura esos garbanzos tan duros que solo meten para rellenar. Aunque al final te sorprendes, pues acabas con todo, con lo bueno y con lo malo. 

Del mismo modo acepté a Ezra, un hombre que representaba cuanto yo aborrecía y que, además, se jactaba de ello.

Pasé por alto las señales e hice oídos sordos a sus advertencias de que no era tan solo el típico malote que fumaba a escondidas en el instituto, robaba en los supermercados o falsificaba las notas.
Ezra hacía mucho daño a quienes él decidía, en especial a las mujeres. No le temblaba el pulso para mantener su posición dentro de ese mundo sórdido en que estaba instalado.
Yo fui testigo de ello.
Intenté huir.
Y a punto estuve de lograrlo.

 

Opinión personal:

Os advierto desde ya que la reseña de este libro va a ser una de las más negativas que podáis encontrar aquí, cosa rara teniendo en cuenta que Noe Casado es una de las autoras a las que leo más a menudo y de su autoría son algunos de los libros que coloqué incluso entre mis mejores lecturas del año. No obstante, en esta ocasión, me llevé un chasco impresionante.

Cristina es una psicóloga que trabaja para la policía. De pronto, colocan en sus manos la misión de infiltrarse en un grupo de mafiosos para descubrir hasta dónde llega su actividad delictiva y, para ello, es esencial que se acerque lo máximo posible a Ezra, el cabecilla de la banda.

 

Cristina se convertirá en Milena, la viuda de un policía. Ezra se fijará enseguida en ella pues, pese a disponer de todas las mujeres que le apetezcan, le fascinará su fuerte carácter y el hecho de que no se amilane ante nada. Nuestro protagonista está acostumbrado a hacer con las mujeres lo que le dé la gana, pues en su club las utiliza para enriquecerse a su costa siendo explotadas sexualmente y le encanta que con Cristina no lo tenga tan fácil.

 

Aunque él intentará desde un primer momento que ella esté a sus pies, Cristina opondrá algo de resistencia, pero muy pronto verá que, dentro de ese hombre complicado, se esconde algo que le hace sentirse terriblemente atraída por él. Sabe que no debería hacerlo e incluso se siente mal por ello, pero es inevitable que caiga en sus redes.

 

Cristina es un personaje al que he detestado. Se nos vende como una mujer fuerte y feminista, pero es todo lo contrario. Aunque nos intentan hacer creer que lucha por los derechos de las chicas a las que Ezra explota, lo cierto es que no me entra en la cabeza que termine rendida ante los encantos de un tipejo de sus características. Además, considero que tiene muy poca dignidad porque el protagonista hace con ella todo lo que se le viene en gana y a ella le da exactamente igual, porque como está bueno, nada más importa. De verdad que es una pena que exista un personaje como este porque es un ejemplo de todo lo que no debe ser nadie en la vida, pues demuestra tener muy poco amor propio.

Ezra es la clase de personaje al que me habría gustado no conocer nunca. Es machista, homófobo e incluso misógino. Llega un punto en el que trata medianamente bien a la protagonista pero solo porque se convierte en alguien especial para él, porque si no habría hecho de todo con ella, y cuando digo de todo es de todo, ya que es un hombre dispuesto incluso a asesinar. Me ha parecido vomitivo su comportamiento, ya que no solo se lucra del cuerpo de las mujeres que trabajan forzosamente para él, si no que encima no cree en sus derechos y considera que a él le competen todas las decisiones relativas a las chicas con las que está, de forma que no considera que una chica pueda decidir sobre cosas que afectan directamente a su cuerpo. Es un hombre que ha tenido un pasado complicado y por ello se cree con el derecho de joderle la vida a los demás.

Partiendo de esta base, mucho tenía que hacer este libro para cambiar mi impresión de él y es que cuando llevaba únicamente unas 50 páginas ya tenía claro que no le iba a dar más de un 1 de puntuación. ¿El motivo? Se produce una situación terrorífica en la que la protagonista pierde toda su voluntad e incluso se plantea denunciar a Ezra. Y con esto ya os lo digo todo porque ya os podéis imaginar por donde van los tiros.

Según iba leyendo no podía dar crédito de todo lo que me encontraba, y es que cada escena es más repugnante que la anterior. Me aterra que se nos pueda vender semejante desastre como una historia de amor porque es todo lo que nadie debería consentir en su vida y el protagonista es un personaje que debería entrar en la cárcel y no salir jamás de ella. Siento si toda mi reseña se basa en esto pero es que no puedo estar más indignada. Sabéis que suelo ser una persona muy respetuosa con las opiniones de cada uno de los libros que leo pero, en esta ocasión, creo que no se trata de una cuestión de gustos, si no de que no se puede permitir que una historia así sea calificada como amor, y también me escandaliza que se considere un amor imposible porque ella trabaja para la policía y él es un mafioso. No, este romance no puede salir adelante porque él es un machista con cero principios que no debería tener a una mujer cerca durante el resto de su vida.

Para los que creáis que os puede interesar el libro, lo cual francamente os desaconsejo, deciros que se trata de una novela de algo más de 450 páginas, sin división en capítulos (otro fallo, a mi parecer), en el cual Cristina es la narradora en su mayor parte pero que también cuenta con tramos narrados por Ezra. Sabéis que esto es algo que yo siempre valoro positivamente pero en este libro me ha dado exactamente igual porque no me apetecía conocer su punto de vista ya que todo lo que él tuviera que aportar era irrelevante para mí.

Y con todo esto malo que os estoy contando, os preguntaréis por qué terminé de leer el libro. El primer motivo, es porque soy muy cabezota. Nunca abandono ninguno de los libros que leo, lo cual sé que es un error porque es una auténtica pérdida de tiempo, pero es algo que no puedo evitar. El segundo motivo es que tenía una mínima esperanza de que en algún momento se dejase perfectamente claro lo siniestro que resulta el protagonista y que nos dejara la enseñanza de que todos debemos huir de un "romance" así y que nadie se merece ser tratado de tal modo, lo cual os advierto que nunca llega a ocurrir.

Esta es la primera parte de una serie de libros (no sé cuántos) que, por supuesto, no leeré. No quiero volver a encontrarme con estos personajes nunca más porque sé que no me podrían aportar nada bueno. Os aseguro que siento una pena enorme por tener que hacer esta reseña. Me daría rabia tratándose de cualquier autor, pero me da mucha más por el hecho de que se trate de Noe Casado, una autora de la que, hasta el momento, no he tenido ni que leer la sinopsis de sus libros porque sabía que serían un acierto casi seguro y que iba a comprar todo lo que publicase.

 

Lamentablemente no puedo recomendaros este libro, más bien os recomiendo que no lo leáis si no os queréis indignar. Siento francamente que esta historia haya visto la luz porque creo que lanza un mensaje muy peligroso que ya no debería tener cabida en esta sociedad y es que es un despropósito total  eb todas y cada una de sus escenas.

 

En definitiva, Y no me importa nada es uno de los libros que más me ha indignado a lo largo de toda mi vida lectora, pues muestra una historia que va más allá de la toxicidad ya que el protagonista es un ser despreciable, un machista misógino que trata a las mujeres como si fueran objetos de su propiedad. Un mensaje muy peligroso que nunca debería ser reproducido.