Editorial: Roca
Nº de páginas: 272
Precio: 16´05€
Tomo: Autoconclusivo
Cuando la madre de Apple regresa después de once años de ausencia, Apple se siente feliz de nuevo, y por fin puede tener respuesta a la pregunta que la ha acompañado durante tanto tiempo: ¿por qué te fuiste? Ahora tendrá a alguien que entiende de verdad qué significa ser adolescente, a diferencia de Nana, quien parece no comprenderla. Pero del mismo modo que la noche en la que su madre la abandonó, el regreso a casa de esta se acaba convirtiendo en algo agridulce, y Apple se preguntará de nuevo quién está realmente cuidando de quién.
Apple se encuentra con alguien más perdido que ella y empieza a comprender cómo son las cosas en realidad.
Opinión personal:
Esta es la clase de libro que sabes que te va a causar una ternura infinita antes de leerlo. No es demasiado complicado teniendo en cuenta la premisa de la que parte. Se intuía que iba a meterse de lleno en la relación entre una madre y una hija de corta edad y es justo la clase de lectura que me apetecía en este momento, una que me hiciera emocionarme, que en cierta manera me permitiera reflexionar sobre las distintas realidades que cada niño debe vivir.
Apple ha pasado toda su vida junto a su perrito y junto a Nana, su abuela y, en opinión de Apple, una mujer de lo más estricta. Su madre la abandonó a muy pronta edad con la promesa de que algún día volvería pero, aunque en un principio desconocemos los motivos, se nos hace saber que su sueño de convertirse en actriz podría tener algo que ver.
Apple siempre ha tenido un sueño: que su madre regresara. A lo largo de los años ella ha tendido a idealizarla, cree que su vida sería mucho más feliz y sencilla a su lado. Pero tampoco puede evitar preguntarse por qué se ha marchado.
Cuando Apple tiene trece años, su madre aparece de forma inesperada pero además lo hará en compañía de una persona que deja a la niña desconcertada. Por fin ha llegado el momento que tanto ansiaba y es por ello que se decide a iniciar la vida con la que siempre ha soñado al lado de su madre pero, aunque tratará de justificarla continuamente, pronto comprenderá que su compañía no es la más conveniente y que el motivo de su regreso podría no ser el esperado.
Apple es una protagonista que me ha encantado. Es cierto que por momentos puede resultarnos egoísta especialmente en su relación con Nana pero la verdad es que no deja de ser una niña de trece años que desea tener una madre como todos sus compañeros. Nos dejará muy sorprendidos por su evolución a lo largo de la historia ya que pronto nos daremos cuenta de que su madurez supera la de algunos adultos y que, además de tener una enorme capacidad para perdonar, se enfrenta a todo con valentía y se repone enseguida de los reveses de la vida.
Cuando comencé este libro pensaba que la relación entre Apple y su madre iba a gozar de un gran protagonismo pero que sería la típica historia en la cual la protagonista sufre y llega el chico para salvarla y acompañarla en su dolor. No os niego que sí hay algo de esto pero no es ni mucho menos el elemento principal de la novela.
La autora hace un recorrido por una complicada relación entre una madre y una hija en la cual una está dispuesta a dar mucho y la otra está dispuesta a dar poco, una relación en la cual los roles se intercambian y el sentido de la responsabilidad no se encuentra patente en la dirección adecuada. Es una historia compleja, no por la forma en que es tratada, si no por todo lo que esconde, sentimientos como la frustración que tiene que sentir una niña al comprobar que todo eso con lo que ha soñado siempre no era más que una utopia.
Con un tono bastante infantil, Apple y Rain no pretende ser un libro rompedor ni mucho menos, si no más bien realista. Estoy segura de que habréis leído algo similar o habréis visto películas que toquen a fondo este tema pero lo cierto es que no por ello deja de ser una historia conmovedora a la par que tierna.
Se trata de un libro sencillito pero que engancha debido a su gran dosis de emotividad. Es increíble cómo Apple se hace con casi todo el protagonismo de la historia debido a su forma de conducir la vida, debido a sus decisiones poco acertadas en ocasiones pero siempre salidas directamente del corazón. Además, no os puedo desvelar el motivo pero os adelanto que esconde una relación (no amorosa) preciosa que es de lo mejorcito de la historia.
El libro está dividido en seis partes que nos muestran los diferentes estados que va atravesando Apple. Desde la alegría y la esperanza hasta la decepción y el miedo. Mención especial merecen los personajes secundarios, tanto Nana, la abuela de Apple que, pese a no llegar a ser un personaje entrañable consigue conquistar al lector hasta su profesor y la madre de la propia Apple, quién tiene mucha tela que cortar.
Como veis, es un libro que me ha gustado mucho tanto por la forma en que está llevado el tema como por la ternura que desprenden sus páginas. También porque, contra todo pronóstico, la trama amorosa es totalmente secundaria e incluso un poco prescindible y, por supuesto, porque nos muestra diferentes tipos de relaciones con sus pros y sus contras.
En definitiva, Apple y Rain me ha parecido una historia que desprende ternura por los cuatro costados sin caer en un dramatismo innecesario y cuyos personajes me han conquistado por completo. Una novela especial y conmovedora.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.