Fern Brookbanks ha malgastado demasiados años pensando en Will Baxter. Pasó solo veinticuatro horas con el artista en un día fortuito de aventuras por Toronto. Se confiaron sus sueños y secretos y prometieron reencontrarse un año después. Fern acudió a la cita. Will, no.
Ahora, ella vive en la casa de su niñez, regenta el resort de su madre en Muskoka, que está hecho un desastre, y necesita un salvavidas. Para su eterna sorpresa, su deseo se cumple cuando Will aparece, nueve años tarde, con una maleta y una oferta para ayudarla. Pero ¿cómo va a fiarse ella de ese hombre trajeado que se parece tan poco al que conoció?
Will oculta algo, y Fern no está segura de querer saber qué. Sin embargo, hace años él la rescató. Y puede que haya llegado la hora de que ella le devuelva el favor.
Fern acaba de perder a su madre, y es por ello que debe regresar a sus orígenes después de mucho tiempo, pues allí se encuentra el resort que siempre ha regentado su madre y debe tomar una decisión al respecto. Fern tiene, en estos momentos, muchas dudas en su vida, pues tiene muchos sueños por cumplir y para ello posiblemente tendría que tomar la decisión de deshacerse del resort que tan importante era para su madre.
Sin esperarlo, este regreso supondrá el reencuentro con Will, un chico con el que vivió una experiencia muy intensa en un muy corto periodo de tiempo. Tal fue la intensidad de esa conexión, que ambos prometieron volver a verse un año después. El problema es que Will jamás acudió a la cita, algo que dejó a Fern dolida y desconcertada durante mucho tiempo.
Ahora que se han visto de nuevo, las cosas han cambiado mucho. Fern está superando la pérdida más dolorosa de su vida y se encuentra en una encrucijada en muchos aspectos, pero Will es un hombre completamente distinto del que ella conoció. Además, descubrirá que este tenía un estrecho vínculo con su progenitora.
Apenas tendremos personajes secundarios en este libro y yo los he echado mucho de menos. Es verdad que conoceremos bastante a la madre de Fern a través de su diario y quizás sea el único secundario relevante, porque la trama está completamente centrada en ellos dos. Y sí, también destaco a Whitney, la mejor amiga de Fern, pero la verdad es que pasa sin pena ni gloria por el libro pese a tener buenos valores.
El romance no me ha convencido, y es que no me lo he creído. El primer encuentro entre Fern y Will me ha parecido mágico, y entiendo que siempre se le haya quedado clavada esa espinita de qué podría haber sucedido si Will acudiese a la cita, pero me han parecido desmesurados los sentimientos de ambos cuando apenas se conocen y el encuentro ha sido tan fugaz.
La manera en la que se desarrolla su romance en la actualidad tampoco me ha convencido. No he percibido nada de química entre ellos y creo que todo es demasiado precipitado. Encontrarse con la persona que tanto te ha marcado debería ser descrito como un momento impactante y emotivo y lo cierto es que no me ha transmitido nada de esto.
El punto del que parte la historia me parece maravilloso. Es increíble encontrarse con alguien con quién conectes tan bien como para tocar temas de tanta profundidad, por lo que no entiendo en qué momento esa magia se pierde, dándonos como resultado un romance en el presente carente de emoción y de química.
Apenas encontraremos escenas sexuales en el libro, pero tampoco me han transmitido nada. El primer encuentro siempre es esperado con ganas por el lector y, la verdad, a mí me dio absolutamente igual porque no lograba disfrutar de esa explosión brutal de sentimientos, pues creo que la autora no ha conseguido transmitirnos ese fuego y esa necesidad de conectar.
El libro trata otros temas de cierto interés, tales como el duelo. Me ha encantado la relación entre Fern y su madre, pero considero que no profundiza demasiado en la pérdida o, al menos a mí, no ha conseguido transmitirme nada. Sí me ha gustado más cómo se trata el tema de los sueños que tenemos en la vida y cómo a veces estos se truncan con el transcurso de la misma.
Se trata de un libro de unas 300 páginas que se lee muy rápido. A mí me duró dos días y eso que apenas lo disfruté. Los capítulos son de duración media y contaremos únicamente con la narración de Fern. La historia irá pegando saltos en el tiempo, de manera que nos trasladaremos al pasado para ver cómo se conocieron y, salteándolo con los momentos del presente en el que ya se han reencontrado y están construyendo algo nuevo.
No puedo decir que este libro sea malo pero para mí ha supuesto una auténtica decepción. Después de Todos nuestros veranos, del que podría destacar muchas cosas positivas, encontrarme un libro tan carente de emoción y con unos personajes tan planos es algo que no esperaba para nada, así que puedo decir que las expectativas me han jugado una mala pasada.
Afortunadamente, la autora tiene otros libros publicados en español, así que trataré de repetir con ella en el futuro. No pierdo la esperanza de encontrar una historia suya que me guste porque la verdad es que la pluma de Carley Fortune me parece bastante delicada y profunda.
En definitiva, Te veo en el lago es un libro que me ha decepcionado bastante, pues no he conseguido conectar con los personajes, el romance me ha parecido muy flojo y considero que le falta emoción en la mayor parte de escenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Una de las principales funciones de este blog es poder compartir mis opiniones con otras personas que aman tanto la lectura como yo, así que ¡ADELANTE! Podéis comentar o preguntar todo lo que os apetezca pero siempre dentro del respeto y, por favor, no dejéis Spam. :)