Editorial: Nova Casa
Nº de páginas: 376
Precio: 16´15€
Tomo: 1/¿?
A lo largo del día pasan muchas cosas en la vida de Natalie: se pelea con esos odiosos trolls a los que llama hermanos, que la molestan porque le gustan los unicornios, se quiebra la cabeza en la clase de matemáticas, hace como si no le importara el divorcio de sus padres y suspira cuando su amor platónico pasa frente a ella... ¿Suspira? ¡Mentira! Prácticamente se derrite y se pone temblorosa al ver a Shawn Price, quien no se da cuenta de las dulces miradas indiscretas de cierta chica, ya que está muy ocupado mirando a la perfecta Hannah Carson como para notarla; aunque no es que se quejara, porque sería bastante vergonzoso que la viera babear por él. No, Shawn y Nat jamás hablarán, jamás tendrán una cita, jamás se besarán y jamás le romperá el corazón... ¿O sí? «No importa qué tan amarga sea la vida, puedes agregarle azúcar».
Opinión personal:
Cuando la editorial me envió un correo presentándome este libro, tuve bastantes dudas sobre si leerlo o no. La historia me llamaba un montón, me parecía que podía deparar algo bonito pero, sin embargo, me daba miedo encontrarme más de lo mismo y que fuera la típica historia juvenil que no consiguiese sorprenderme y que incluso me resultase ñoña.
Natalie lleva tiempo suspirando por Shawn, un chico maravilloso que mantiene una excelente amistad con Hannah, la chica perfecta. El problema es que él está completamente loco por ella pero Hannah no quiere más que una amistad con él.
Natalie sueña con que Shawn repare en ella pero no será hasta que se produzca un encuentro fortuito cuando sea consciente de que él se ha dado cuenta de su presencia. Además, Natalie no pasa por un momento personal demasiado bueno ya que las cosas en su familia se han complicado de manera estrepitosa.
Natalie es un personaje que me ha encantado por su frescura. Es una mala estudiante cuyo interés está única y exclusivamente en el arte. También es una chica trabajadora y muy familiar y, aunque es la mayor de tres hermanos, a veces siente que le falta madurez para afrontar sus problemas. Se enamora de Shawn pero no por ello pone su vida patas arriba, mostrando una gran madurez a la hora de gestionar su relación.
Shawn es un personaje que me ha resultado adorable. Es un chico muy majo enamorado de su mejor amiga pero, cuando conozca a Natalie, descubrirá otra forma de amar que le llevará por caminos totalmente diferentes de los conocidos hasta el momento. Me ha encantado su relación porque resulta de lo más sana. Nada de celos desmedidos, de posesión. No, aquí simplemente conoceremos la historia de dos chicos enamorados que ven el amor como compañía y complemento, no como el eje de sus vidas, no como algo que les hace cambiar a ellos mismos.
El libro está narrado por los dos protagonistas, Natalie y Shawn. Estos nos facilita conocer el punto de vista de ambos ya que, especialmente cuando se producen desencuentros entre ellos, resulta interesante conocer la perspectiva de cada uno de los protagonistas. También en lo que a sentimientos se refiere y es que a veces sus actuaciones nos pueden hacer creer que no están tan entregados el uno al otro como puede parecer.
Es la típica historia juvenil que no deja demasiado espacio para la sorpresa, de esto no cabe la menor duda. Sin embargo, me ha resultado una historia tierna, dulce, divertida, que no te deja con la boca abierta pero que te permite enamorarte de sus personajes.
Si le tuviera que poner un pero, tal vez sería la rapidez con que sucede todo. Esperaba que la autora estuviese toda la novela mareándonos con la tristeza de Natalie por ver que su amor por Shawn no es correspondido pero lo cierto es que en las cincuenta primeras páginas esto ya está resuelto casi por completo y a partir de ahí se centrará en ir sacando a la luz los miedos e inseguridades de sus protagonistas.
También tengo que destacar a los personajes secundarios. Me han encantado todos ellos, desde los hermanos pequeños de Natalie, cuyas disputas entre ellos resultan de lo más divertidas, hasta su mejor amiga, cuya historia también me ha resultado muy interesante y necesaria.
Pese a que cumple todos los aspectos de la típica novela juvenil, me ha gustado que, pese a haber terceras personas pululando por ahí, no hay un malo/mala malísimo que está fastidiándolo todo en buena parte de la novela. No, aquí se centra básicamente en el primer amor, en cómo superar las dificultades, tanto los miedos de cada uno cómo las reticencias del entorno. Me ha parecido un enfoque que, pese a no sorprender, sí resulta diferente.
Por lo tanto, no puede decirse que sea una novela que me haya fascinado ni que la recomiende encarecidamente pero sí que es una bonita historia, que tal vez disfruten más personas que se encuentren en la adolescencia y que es ideal para leer entre libros más pesados porque te permite echarte unas risas y está bien construida.
Esta es la primera parte de una saga que, en principio, está compuesta por tres libros. Desconozco si serán más. La segunda estará protagonizada por Cecile y la tercera por Hannah. Estoy deseando conocer sus historias así que si llegan a publicarse en España, estaré encantada de darle una oportunidad.
En definitiva, Miradas azucaradas es un libro que, pese a cumplir con los estereotipos de la novela juvenil, consigue enamorar al lector debido a la tierna personalidad de sus protagonistas, sin necesidad de introducir al típico chulo que se las lleva a todas de calle y a la típica chica que de pronto consigue enamorarlos a todos.
Amores agridulces:
1ºMiradas azucaradas
2ºBesos a los cuatro (no publicado en España)
3ºQuímica imparable (no publicado en España
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.