Autora: Taffy Brodesser-Akner Editorial: Umbriel
Nº de páginas: 384
Precio: 17€
Tomo: Autoconclusivo
Toby Fleishman creyó saber qué podía esperar cuando él y su mujer, con quien ha estado casado durante casi quince años, se separan: fines de semana y vacaciones alternadas con los niños, alguna amargura residual, algún momento de tensión esporádico para negociar la crianza compartida de sus hijos. Pero no podía predecir que un día, en el medio de su emancipación sexual recién adquirida, Rachel dejaría a sus dos hijos en su casa y no volvería más. Toby se había esforzado tanto por encontrar un equilibrio en su vida de soltero. Los vientos de su optimismo, largamente inactivos, recién se habían puesto en marcha. Y ahora esto. Mientras Toby intenta averiguar dónde fue Rachel, a la vez que hace malabarismos con sus pacientes del hospital, sus tareas parentales que no se acaban nunca y su recientemente adquirida popularidad sexual en las apps, termina siendo la prolija narrativa del marido rechazado y la mujer excesivamente ambiciosa. Pero si Toby quiere comprender de veras lo que le sucedió a Rachel y a su matrimonio, tendrá que aceptar que quizá no ha sido totalmente objetivo en su análisis de los hechos.
Opinión personal:
Cuando vi este libro entre las novedades de la editorial, supe que quería leerlo. Me apasionan las historias en las cuales se analizan a fondo las relaciones y este prometía justo eso. Es por ello que, tan pronto como lo tuve entre mis manos, lo colé antes que cualquiera de los libros que tenía pendientes.
Toby es un prestigioso médico que, tras años y años de matrimonio y dos hijos a punto de entrar en la adolescencia, decide terminar con su esposa Rachel. Lejos de suponer algo traumático para él, la decisión ha sido tomada de manera madura por su parte y es por ello que su principal dificultad se encontrará en lidiar con la personalidad de su mujer.
Toby aprovechará esta circunstancia para conocer a muchísimas chicas a través de una app, algo que hasta el momento apenas había hecho porque, además de llevar muchos años de matrimonio, tampoco se sentía demasiado a gusto consigo mismo.
Sin embargo, cuando empieza a adaptarse a su nueva vida y va encadenando cita tras cita, se encuentra con la circunstancia de que su ex no ha acudido a recoger a sus hijos cuando le tocaba, situación que se alargará durante semanas y que le hará darse cuenta de que Rachel no quiere saber nada de ninguno de los tres.
Toby es un personaje que no me ha gustado demasiado. No os vayáis a pensar que las dificultades de su divorcio se viven como algo dramático, no, él lo vive con total naturalidad y sus hijos también. El problema se producirá cuando tenga que lidiar con la marcha de Rachel y cómo hacérselo saber a los niños. Tiene un humor bastante mordaz que me ha hecho soltar alguna que otra risa y creo que posee una gran capacidad de crítica y de análisis por la forma en que reflexiona sobre su matrimonio pero, por lo demás, no es un personaje que me haya dicho gran cosa. Toby no es un personaje sencillo, sino todo lo contrario, resulta complejo e imperfecto, de forma que no sabes nunca muy bien cómo va a actuar y no siempre hace las cosas de la manera correcta.
Si algo me ha gustado de este libro, es que nos demuestra que siempre hay dos caras de la misma moneda. Hacia el final, tendremos la oportunidad de descubrir con mucha mayor profundidad a Rachel, un personaje completamente desconocido para nosotros hasta el momento y al que solo podíamos juzgar a tenor de la visión de Toby. Me ha encantado conocer su versión, entender por qué actúa de cierta manera. Es algo que me ha dejado completamente a cuadros y que me he encantado.
El
libro cuenta con algo mas de 350 páginas y está dividido en tres
partes. La narradora es una persona muy cercana a los personajes pero a
la cual no conoceremos desde un principio. Aún así, nos hará partícipes
de sus propios problemas y, en ese sentido, me ha parecido diferente e
interesante.
Sin lugar a dudas, el libro invita continuamente a la reflexión. Como os decía antes, se trata de personajes complejos, ninguno posee la verdad absoluta. Contiene reflexiones sobre el amor, pero también sobre la enfermedad, sobre la muerte, sobre la vida. Recordemos que Toby es médico y algunas de las situaciones que vive en el hospital nos harán acompañarle en sus divagaciones.
Mientras leía me pasó eso que me sucede tan a menudo y que tan poco me gusta, y es que no tenía ni idea de hacia donde nos llevaba la trama. El hombre se está separando, su mujer le ha dejado solo con sus hijos pero, ¿qué más? No tenía ni idea de hacia donde nos quería conducir la autora y eso es algo que no me ha convencido del todo.
El que no haya un por qué evidente del libro, un sentido perfectamente claro, ha hecho que no tuviera esa necesidad de leer continuamente. Sí, resulta entretenido y es fácil dejarse llevar por la trama pero reconozco que por momentos me ha parecido monótona y me ha hecho necesitar algo más de acción.
Por lo tanto, no puede decirse que sea un libro que me ha fascinado. Sí, está bien y no me ha parecido malo en absoluto pero es cierto que se lo recomiendo más bien a alguien que busque un poco de profundidad y un momento de reflexión porque es básicamente lo que os encontraréis.
En definitiva, Fleishman está en apuros es un libro que me ha gustado pero sin llegar a atraparme del todo ya que, más que una trama consistente y adictiva, se refugia en la reflexión y en el análisis del fin de un matrimonio y de la vida en general.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.