Opinión: Mi experiencia con los audiolibros

¡Hola! ¿Qué tal estáis? Hace mucho que no traigo una entrada dándoos mi opinión sobre un tema concreto pero es que hasta ahora no había encontrado nada sobre lo que me apeteciese hablar. Sin embargo, este verano he decidido experimentar con los audiolibros y creo que ya es momento de que os cuente qué me han parecido.

Veréis, mi primera toma de contacto con los audiolibros fue cuando tenía que desplazarme en bus a la universidad. Y no, no es que yo los fuera escuchando, si no que el conductor siempre iba escuchando alguno. Desde ese momento tuve claro que no eran para mí, pues me resultaba muy monótono ir oyendo continuamente esa voz que solo me producía sueño. Es por ello que no fue hasta este verano, varios años después, cuando decidí probar y tener una idea clara sobre si de verdad eran para mí o no.

Decidí animarme porque llegó a mi correo una promoción de Amazon en la cual tenía acceso gratuito a un montón de audiolibros durante un mes. Como era verano y disponía de bastante tiempo libre, me animé a ver qué tal me iba. Pues bien, al ver el amplio catálogo me vine arriba y pensé: "uff, no sé por cuál de ellos decidirme. Ya estoy viendo que va a ser una suscripción más que voy a tener que pagar todos los meses".

Finalmente, decidí empezar por Donde todo brilla, de Alice Kellen. Es una autora que últimamente no me está gustando demasiado y, como tampoco sabía si iba a disfrutar de verdad de esa nueva experiencia, no quería hacerlo con un libro que de verdad tuviese mil ganas de leer porque no quería cogerle manía.

Pues bien, empecé a escucharlo y estaba maravillada. Mi idea era oírlo mientras hacía otras tareas ya que, si tenía que dedicarle atención al 100%, para eso prefería un libro físico. Como era el principio, sí que lo hice mientras estaba acostada, poniendo toda mi concentración en la historia.

Al segundo día, decidí ponerlo de fondo mientras hacía tareas de casa e incluso mientras hacía algunas cosas del trabajo en el ordenador que no necesitaban nada de atención, pero me di cuenta de que ni así podía centrarme por completo en la historia. Aunque el libro no me estaba pareciendo malo, la verdad es que me parecía una labor muy monótona, y no estaba disfrutando del momento. Como me daba pena no saber cómo continuaba la historia, opté por incrementar la velocidad de reproducción, pero me estaba aburriendo tanto que opté por no continuar con la "lectura".

Y así fue como, finalmente, cancelé mi suscripción a los pocos días. Tal y como esperaba, no, los audiolibros no son para mí y no tengo pensado repetir la experiencia. Mi idea era escucharlos mientras hacía otras tareas, pero pronto me di cuenta de que me desconcentraba y perdía el hilo de la historia. Por lo tanto, si tengo que oírlos mientras estoy tirada en el sofá sin hacer nada, tengo claro que prefiero leer un libro de los de toda la vida.

Esta es mi experiencia, no quiere decir que a vosotros os tenga que ir igual de mal. De hecho, hay mucha gente que disfruta con los audiolibros, incluso gente que no tiene el hábito de leer. Sin embargo, uno de mis grandes problemas siempre ha sido que tengo la cabeza en mil sitios y la concentración me escasea así que, posiblemente ese sea el motivo por el cual este formato no es el idóneo para mí.

Y vosotros, ¿habéis escuchado alguna vez un audiolibro? ¿cuál fue vuestra experiencia con ellos?

¡Un besote! ¡Nos leemos!