Editorial: Suma
Nº de páginas: 400
Precio: 17´90€
Tomo: Autoconclusivo
Nick y Anna trabajan juntos en el cine de su ciudad durante un caluroso verano. Anna es misteriosa, preciosa y pertenece a un mundo muy distinto al de Nick: es testigo de Jehová. Lo cual no impide que él se enamore perdidamente de ella.
Anna ha crecido preparándose para el fin del mundo, pero con Nick su vida se llena de música y poesía. Sin embargo, el miedo a renunciar a todo en lo que cree y a sus seres queridos hace que se vea obligada a alejarse de él y a aceptar un destino que ya no está segura de desear.
Años después, se reencuentran y descubren que el tiempo no ha cambiado lo que sienten. Pero ¿serán capaces de armarse de valor o tendrán que olvidar definitivamente al amor que dejaron escapar?
Opinión personal:
Este libro era una de las novedades que más me llamaba de este último trimestre de año. Sabía que iba a leerlo cuanto antes y es por ello que, tan pronto como llegó a mí, tardé dos días en empezarlo.
Nick y Anna se conocieron siendo muy jovencitos. Juntos, vivieron un apasionado romance en el que no pudieron llegar todo lo lejos que ambos deseaban debido a las creencias de ella, pues es testigo de Jehová.
A la vez, iremos conociendo la vida de Nick, desde su infancia hasta la edad adulta. Veremos cómo era su niñez junto a su madre, su padre y su adorado hermano, Sal. Pronto sabremos que algo sucedió que rompió por completo la poca calidez que había en su familia y es por ello que, ya en su edad adulta, deberá enfrentarse todavía a ciertos problemas que tanto él como su hermano arrastran de ese pasado complicado.
Iremos viendo cómo pasan los años y Nick y Anna continúan con sus vidas, mantienen relaciones con otras personas, pero sin dejar de pensar el uno en el otro. Sin embargo, el destino no se lo pone fácil, pues parece que nunca encuentran el momento idóneo para poder explorar a fondo todo lo que sienten.
Nick es un personaje que me ha gustado bastante porque, aunque hay algunas cositas en él que no me terminaron de convencer, me resultó muy sencillo empatizar con él. Tal y como le dicen muchas de las personas de su alrededor, él no toma decisiones, espera a que la vida decida por él. Pero es que me ha transmitido un halo de tristeza permanente, una actitud bastante pesimista ante la vida porque, aunque es un hombre muy fuerte, ha sufrido lo que no está escrito y entiendo perfectamente esa actitud desganada, sin esperar nada de la vida y actuando casi por inercia ante todo.
Anna es otro personaje que me ha gustado bastante. He tenido la sensación de que no llegamos a conocerla demasiado pero me ha encantado su evolución, pues comienza siendo una mujer atada a una serie de creencias que no le permiten expresar todo lo que siente y termina poniéndose el mundo por montera y luchando únicamente por lo que cree.
El libro va pegando continuamente saltos en el tiempo, por lo que no me resulta del todo sencillo realizar esta reseña sin desvelar nada. Como os decía anteriormente, nos meteremos de lleno en la infancia de Nick, permitiéndonos analizar de forma minuciosa cómo es la relación de él y su hermano con su madre y, especialmente, con su padre. Serán precisamente esas anécdotas de la infancia las que nos demuestren cómo era el comportamiento de cada uno de los miembros de la familia, lo que nos permitirá entender mucho la actitud posteriormente tanto de Sal como de Nick.
Durante gran parte del libro, la autora irá salteando capítulos relativos a la niñez de Sal con los inicios de la relación con Anna, así como otros momentos de la edad adulta que supondrán un antes y un después en la vida del protagonista debido a lo dramático de los acontecimientos.
El narrador de la historia será el propio Nick y es algo que me ha encantado porque estoy acostumbrada a que todos los libros de este tipo tengan como voz principal a la protagonista femenina y me ha gustado que en este caso no sea así y que no siempre tenga que ser ella la que tenga el drama y la vida complicada y el hombre el que venga a salvarla.
Por supuesto, la trama amorosa tendrá un peso fundamental en el libro pero me ha sorprendido que también profundice mucho en la vida de Nick. Tengo que decir que, en mi caso, he disfrutado mucho más de la parte dramática referente al pasado del protagonista que de la historia de amor, pues he sentido mucho más el dolor que vive Nick en sus propias carnes que la química entre los protagonistas. No quiere esto decir que no me haya gustado el romance entre Nick y Anna y, de hecho, especialmente hacia el final, me ha encantado ver cómo evolucionaban como personas pero sí que es verdad que no es lo que más destacaría de la historia.
El libro está dividido en varias partes (no lo tengo ahora a mano, pero creo que eran unas 5). Está conformado por unos capítulos de extensión media, perfecta para mí. Y es una historia que se deja leer bien, que no se estanca en ningún instante y que está introduciendo datos continuamente por lo que es imposible aburrirse en ningún momento.
Si bien es cierto que disfruté de todo el libro en general, tengo que decir que la primera mitad me gustó un poco más. Llevaba las expectativas muy altas y lo cierto es que no me defraudó. Lo que esperaba de él es que fuera una historia de un amor que surge de las segundas oportunidades pero no ha sido así y me he llevado una grata sorpresa.
Creía que iba a disfrutar del romance y punto pero me ha sorprendido profundamente todo lo que he sufrido con la lectura. Hay espacio para el amor, pero también para el drama y os aseguro que será en grandes dosis. No me ha parecido el típico libro lacrimógeno pero sí que hay partes de mucho sufrimiento. Yo he llorado bastante con él porque la autora goza de una sensibilidad brutal y es capaz de transmitirnos a la perfección el amor que se respira en ciertas escenas familiares y también el dolor que experimentan los personajes en otros momentos.
Por lo que veis, es un libro del que tengo muchas cosas positivas que decir. Ha cumplido con creces mis expectativas y puede ser que hasta se cuele entre mis mejores lecturas del año. Yo os lo recomiendo encarecidamente, pues puede cumplir vuestras expectivativas tanto en cuanto a la trama amorosa como en cuanto a la parte dramática.
En definitiva, Otra vida es un libro que me ha gustado mucho, tanto por el romance complicado que esconde y que solo puede fluir fruto de la maduración de los personajes, como por la parte dramática que contiene, lo que nos permite disfrutar de una
trama tan bonita como dura.
Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.