¡Hola! Último día de año... Increíble que estemos aquí de nuevo para celebrar la salida de 2021. Yo me comprometo a traeros a lo largo de la próxima semana mi balance de lecturas de estos últimos 12 meses pero me gusta hacerlo cuando ya he terminado todos los libros porque hasta la última lectura de año puede convertirse en una de las favoritas o en una de las más decepcionantes.
Cuando termina un año siempre me gusta hacer balance de todo. Para mí, después de un 2020 nefasto, no puedo decir que 2021 haya sido malo, pues era difícil igualar lo tremendo que había sido para mí el anterior. Aún así, si hay una palabra que pueda definir este 2021 es insignificante. Apenas he tenido cambios en mi vida, ni profesionales, ni académicos ni prácticamente de ningún tipo, pero agradezco que los momentos malos no hayan sido mayoría.
Creía que, al menos, este año las cosas iban a estar un poco mejor en cuanto a la pandemia y, desde el verano, la verdad es que me había relajado un poquito con este tema pero ahora, tal y como están las cosas, vuelvo a estar bastante saturada y agobiada con respecto a esto.
En cuanto a lecturas, que es lo que realmente me ha traído hoy aquí, puedo decir que he mantenido un buen ritmo (aunque no tanto como unos años atrás). He leído un total de 80 libros, uno más que el año pasado. He vuelto a incumplir mi reto de Goodreads, que era de 100 libros y, por fin, después de varios años debiendo hacerlo y negándome a ello, voy a dejar mi cabezonería a un lado y voy a fijarme el reto para 2022 en 80 libros, ya que es una cantidad realista. Ojalá me sorprenda a mí misma y el próximo año tenga que volver a ampliarla pero no creo que vaya a ser así porque mi tiempo es el que es y no da para más. Todavía me pregunto cómo, años atrás, haciendo una carrera y con otras ocupaciones podía alcanzar los 100 libros porque eso, ahora mismo, me parece una utopía.
Aunque no he tenido grandes lecturas, tampoco puedo decir que 2021 haya sido un mal año. La mayoría de los libros que han pasado por mis manos me han gustado, sin llegar a maravillarme, pero dejándome una sensación positiva. No he tenido grandes decepciones, lo cual también se agradece.
Podría decirse que me quedo con dos asignaturas pendientes. Una de ellas es haber terminado varias de las sagas empezadas, ya que me he quedado un poquito estancada en este sentido y la otra es Instagram. Me encantaría que me fascinara esta red social porque sé que hay mucha gente que la disfruta pero a mí me cuesta mucho ser constante en ella y, lo más importante, disfrutar creando contenido. Para mí no es más que un complemento para el blog y tengo bastante claro que, si un día, por algún motivo, tuviera que abandonar este espacio, mi futuro no estaría en Instagram porque es un mundo del que no disfruto lo suficiente. Por supuesto, no se puede decir de este agua no beberé pero es lo que siento ahora mismo.
En cuanto a adquisiciones, este año se me ha ido totalmente de las manos. He comprado muchísimos libros. Lo único bueno es que algunos son de segunda mano, lo que me hace no sentirme tan mal por gastar grandes cantidades de dinero en ellos pero también es cierto que la cantidad de libros a estrenar es bastante superior a la de libros de segunda mano ya que este año no he salido de la librería. Intento contenerme pero a la aquí presente le puede la tentación.
Y hasta aquí llega mi balance. Quiero dedicar las siguientes líneas a daros las gracias. Gracias por seguir a mi lado un año más, gracias por contribuir a mi felicidad estando presentes en mi adorado espacio, gracias por vuestros comentarios que me llenan de vida y gracias por hacer que mi amado blog sea un lugar en el que vosotros también podáis disfrutar. Os deseo lo mejor para el 2022. Yo espero seguir aquí, compartiendo mis lecturas, mis opiniones y tratando de mejorar cada día. ¡Salud y felicidad para todos vosotros!
¡FELIZ 2022 Y FELICES LECTURAS!