Editorial: Debolsillo
Nº de páginas: 752
Precio: 9´95€
Tomo: 6/7
En apariencia, Electra d'Aplièse lo tiene todo para ser feliz. Es bella, rica, famosa y una de las modelos más cotizadas del mundo. Pero debajo de esa perfecta fachada Electra no ha sido capaz de superar la muerte de su padre, el misterioso millonario Pa Salt, y recurre constantemente al alcohol y las drogas. Mientras lucha por salir a flote, un día recibe una carta de una desconocida que asegura ser su abuela...
En 1939, Cecily Huntley-Morgan viaja a Kenia desde Nueva York en un intento de recomponer su corazón roto. Tras instalarse con su madrina en las orillas del idílico lago Naivasha, conoce a Bill Forsythe, un hacendado de carácter hosco y estrechos lazos con la orgullosa tribu de los masáis. Pero la guerra se acerca y Cecily se siente cada vez más aislada. Hasta que un encuentro con una mujer en el bosque propicia una promesa que cambiará su vida para siempre.
Opinión personal:
Esta saga ya está tocando fin para mí y es que, tras haber leído este libro, ya solamentente me queda el último tomo por leer. Me gustaría hacerlo cuanto antes porque creo que el siguiente puede sorprenderme en muchos sentidos, pero son libros bastante gruesos y a los que hay que dedicarle tiempo así que siempre intento leerlos cuando ando relajada de horarios.
Electra era hasta ahora, para nosotros, la hermana rebelde. Siempre se nos ha hecho saber que es la que menos feeling tenía con las demás y no solo eso, si no que en los otros tomos se dejaba entrever que no llevaba una vida demasiado ordenada.
Ahora por fin podremos descubrir el infierno en el que vive Electra. Pese a ser una modelo de lo más cotizada, su día a día es una auténtica pesadilla ya que se siente sumamente sola, sin encontrar su lugar en el mundo, y vive en una constante espiral de drogas y alcohol.
Al contrario que sus hermanas, ella no tiene nada claro que desee conocer sus orígenes pero, sin pretenderlo, alguien de su pasado llegará hasta ella. Y no será otra que Stella, una mujer que asegura ser su abuela y que comenzará a narrarle la historia de Cecily, una jovencita neoyorkina que, tras un fuerte desengaño amoroso, se trasladó a Kenia, donde su vida cambió por completo ya que tuvo que enfrentarse a múltiples adversidades.
Electra es un personaje con el que he tenido mis más y mis menos. En un inicio se nos mostrará como una mujer desagradecida, desapegada, pero pronto veremos que eso no es más que una coraza que esconde a una chica frágil que todavía no sabe lo fuerte que puede llegar a ser. Aunque parezca fría, necesita el calor de los que la quieren como cualquier ser humano, pero su problema es que no acaba de encontrar su lugar y, aunque tiene muchísimo dinero obtenido por su trabajo como modelo, se encuentra completamente vacía ya que siente que no tiene con quién compartir todo lo bueno que le pasa.
Cecily es un personaje que me ha gustado debido a su calidad humana, pero también me ha cabreado bastante al principio de su historia debido a su actitud con respecto a ciertos temas. Sin embargo, se va haciendo querer a medida que avanzan las páginas y es que goza de una gran fortaleza y dedicará toda su vida a ocuparse de los demás, olvidándose de ella misma. He sufrido muchísimo con ella porque no deja de sufrir reveses y llega un punto en el que parece que ya no pueden sucederle más cosas malas.
Este libro sigue la misma tónica que todos los tomos anteriores, es decir, una parte está dedicada a la historia de Electra, y va alternándose con otras partes en las que conoceremos en profundidad la vida de Cecily. Estas partes se caracterizan por ser muy largas (aunque a su vez están divididas en capítulos), lo que hace que a lo mejor en un día te dé tiempo a leer únicamente lo concerniente a Electra y hasta el día siguiente no conoces más sobre Cecily. A veces da al sensación de que estás leyendo dos libros distintos, lo que no es en absoluto malo, porque puedes disfrutar de las dos historias que, aunque no sabes exactamente de qué manera están ligadas, lo están.
La ambientación es, una vez más, exquisita. Mientras que la historia de Electra se desarrolla en Nueva York en una época relativamente cercana, la de Cecily transcurre principalmente en Kenia en 1939, por lo que viviremos con ella momentos históricos como la Segunda Guerra Mundial. La parte ambientada en este país africano me ha fascinado ya que había tenido el gusto de leer muy pocas (o incluso ninguna) historia desarrollada aquí y me ha encantado cómo nos trasladaba a la selva y a sus formas de vida. También me parece de lo más destacable el impacto que se produce con respecto al cambio que sufre Cecily de vivir en un lugar como Nueva York, a hacerlo en medio de un paisaje completamente distinto.
Aunque me ha gustado mucho, tengo que decir que de la historia de Electra esperaba un poco más. Creo que se centra muchísimo en Cecily y lo de Electra se resuelve demasiado pronto, sin tener demasiado desarrollo. Eso sí, creo que tiene una historia bonita y que evoluciona mucho como personaje, así que tampoco tengo demasiada queja.
Algo que también me ha gustado es que se toque el tema de las drogas y el alcohol. Casi todas las hermanas tienen algún tipo de problemática pero creo que la de Electra es una de las más duras ya que tendrá que hacer un sacrificio enorme para intentar salir adelante y nos mostrará toda su vulnerabilidad, tanto a los lectores como a los seres que la rodean.
Creo que es uno de los libros de la saga con los que más me ha costado arrancar. Al principio no me estaba convenciendo del todo porque, si bien la trama de Electra me interesaba un montón, la de Cecily me parecía muy lenta y estaba deseando terminarla para volver a mi protagonista predilecta. Sin embargo, hay un momento en el que se produce un antes y un después en la vida de Cecily y, a partir de ahí, puedo decir que he disfrutado por igual de ambas historias.
Tal vez no sea el libro que más me ha gustado de la saga y quizás Electra no haya conseguido convertirse en una de mis hermanas favorita pero, aún así, me parece una maravilla de libro y, pese a esas más de 700 páginas que se hacen un poco eternas, la verdad es que terminas la lectura con la sensación de que esa inversión de tiempo ha valido mucho la pena.
Ahora ya solamente me queda el último tomo para despedirme para siempre de estas hermanas que tanto me han enamorado. Tengo muchas expectativas puestas en ese libro y me da miedo llevarme un chasco porque he elaborado bastantes teorías con respecto a un aspecto determinado y me da mucho miedo que finalmente se quede en agua de borrajas. Espero no tardar demasiado en leerlo.
En definitiva, La hermana sol es un libro que, pese a su grosor, me ha gustado mucho ya que tanto Cecily como Electra gozan de unas historias de lo más complicadas en las que el sufrimiento será su mejor aliado, pero que nos invitan a leer y leer sin parar para acompañarlas en su evolución.
6ºLa hermana sol
7ºLa hermana perdida