Reseña Querido vecino- Penelope Ward

Autora: Penelope Ward

Editorial: Titania

Nº de páginas: 320

Precio: 18´50€

Tomo: Autoconclusivo

Cuando Elec rompió conmigo, lo último que necesitaba era convertirme en vecina de alguien que me recordara a él. Damien era una versión más atractiva de mi ex. También tenía dos perros gigantes que me mantenían despierta con sus ladridos. Él no quería tener nada que ver conmigo, o eso creía. Hasta que oí risas a través de un agujero en la pared de mi dormitorio. Damien había estado oyendo todas mis sesiones telefónicas con mi terapeuta. Ahora, el artista sexi de la puerta de al lado conocía mis secretos más profundos e inseguridades. Empezamos a hablar, y me dio consejos para superar mi ruptura. Se convirtió en un buen amigo, pero dejó claro que no iba a ser nada más. El problema era que yo me estaba enamorando de él. Y cuanto más intentaba alejarse de mí, más podía notar que él sentía lo mismo. porque el latido de su corazón no mentía. Pensaba que Elec me había roto el corazón, pero estaba equivocada: seguía muy vivo y latía con fuerza por Damien. Tan solo esperaba que no me lo rompiera para siempre.

Opinión personal:  

Me pensé mucho si darle una oportunidad a esta novela o no porque mi experiencia anterior con Penelope Ward fue nefasta. Aún así, como no me gusta juzgar a un autor por un único libro y la trama de este me llamaba, decidí lanzarme a la piscina con la idea de que, si tampoco en esta ocasión me convencía, no la volvería a leer.

Después de una ruptura muy dolorosa, Chelsea decide abandonar el piso que compartía con su ex ya que no tiene sentido permanecer en él tiempo después de su marcha. Para ello, se instalará en un nuevo edificio en busca de calma y paz. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que no ha elegido el lugar más adecuado para ello, pues los perros de su vecino no dejan de ladrar.

Chelsea decide llamar a la puerta de Damien y llamarle la atención por el comportamiento de sus dos enormes perritos pero este, en lugar de pedirle disculpas y decirle que tratará de mantenerlos en calma, prácticamente se reirá en sus narices, lo que causará una gran indignación en la chica que está por encima incluso del gran atractivo de su vecino.

Pero, poco a poco, la química de Chelsea con los perros será mayor, y también con Damien quién, sin ella saberlo, escuchaba, al principio, todas sus conversaciones a través de un agujero de la pared. Y es que este detalle le entregó a él numerosas herramientas para conocerla en profundidad y saber cuáles son sus puntos flacos.

Chelsea es un personaje que no me ha gustado mucho. No puedo destacar nada especialmente negativo de ella, simplemente me ha caído mal. Es una chica bastante independiente que trata de partir de cero huyendo de un desengaño amoroso. Hay comentarios por su parte que denotan cierta arrogancia y no me han convencido, especialmente en todo lo referente a la ex de Damien (aunque esta también tiene sus cosillas) de forma que, aunque no es nada exagerado ni una parte importante de la trama ni mucho menos, me ha molestado bastante porque muestra una pequeña guerra entre mujeres por el amor de un hombre.

Damien tampoco me ha convencido del todo porque, al igual que ella, me ha parecido un tanto repelente. Es cierto que es muy atento y amable, que adora a sus perros (para mí, lo mejorcito de este personaje) y que, supuestamente, muestra una gran generosidad. Yo, personalmente, no lo he visto así porque creo que algunas de sus actitudes son sumamente egoístas y que no justifican demasiado su comportamiento, pero bueno, esto es solo una opinión.

El libro se centra únicamente en ellos dos y no tendremos ocasión de disfrutar de ninguna trama secundaria. Diría que los personajes más importantes, aparte de Chelsea y Damien, son los dos perros de este último, ya que resultan adorables y su relación con su dueño es preciosa. Gozan de gran relevancia en la trama y creo que ha sido todo un acierto porque a mí ha conseguido acercarme más al personaje y, a excepción de una cosa bastante fea que sucede, creo que en buena parte del libro se da un muy buen mensaje sobre lo que es la tenencia responsable de animales.

 

El romance tiene mucho enganche, especialmente al principio, donde la química entre ellos se percibe con claridad. Sin embargo, a medida que va avanzando la historia, los personajes me iban cayendo peor y esto hacía que no disfrutara demasiado de sus momentos juntos, pues no son esa clase de pareja adorable a la que estás deseando que todo le vaya bien. Creo que su amor crece de una forma desmesurada y eso le resta credibilidad a la historia.

 

La trama amorosa no está mal pero, a mi parecer, flaquea en bastantes aspectos. Por un lado, la relación me pareció un pelín tóxica debido a las actitudes posesivas de él. Se nos vende como que se preocupa mucho por ella pero a mí no me ha parecido sano el control que ejerce sobre la chica y también que sea él el que toma casi todas las decisiones importantes con respecto a la pareja.

En este libro también hay espacio para el drama. A mi parecer, este está completamente metido con calzador y eso es algo que ya me pasó con el otro libro que leí de la autora. Una vez que los protagonistas más o menos ya pueden estar juntos, era necesario meter un motivo de peso que justificara la actitud del chico y, en este caso, me ha parecido algo muy forzado y que se nota a leguas que simplemente está ahí para complicar más el asunto.

Aunque la mayor parte del libro se deja leer sin problema y podría decirse que se trata de una historia adictiva, tengo que reconocer que algunas escenas no me han gustado nada y que incluso me han parecido un tanto patéticas. Esto se produce especialmente hacia el final debido al problema que atraviesan pero, sobre todo, me ha causado bastante bochorno una de ellas con respecto a su primera relación sexual en común.

Sé que estoy destacando muchos aspectos negativos de este libro y es que quiero ser completamente clara y que sepáis lo que os vais a encontrar pero, al igual que os digo esto, también os digo que es una historia de fácil lectura que, aún con todo esto en contra, me gustó. Vale que es una novela breve de poco más de 300 páginas y capítulos cortitos pero a mí me duró dos días en las manos y eso lo dice todo sobre lo mucho que me enganchó. Sabéis que vengo de un bache lector importante así que ya podéis ver que no me pareció un mal libro si lo leí tan rápido.

Por lo tanto, esta segunda experiencia con Penelope Ward ha mejorado bastante mi imagen sobre la autora porque, al menos, he disfrutado de lo que he leído. Si repetiré con ella o no es algo que no tengo nada claro porque, que me haya gustado no obsta para que empiece a tener claro que sus libros suelen ser historias demasiado sencillas en las cuales se abusa del drama sin venir a cuento así que, es posible que decida no volver a darle una oportunidad. Dependerá completamente de la sinopsis y de las reseñas que vaya leyendo de otros lectores.

En definitiva, Querido vecino es un libro que me ha gustado debido a su trama adictiva, algo que no era nada sencillo teniendo en cuenta que los protagonistas me han caído bastante mal y que la parte dramática resulta exageradamente forzada.

Gracias a la editorial por el envío del ejemplar.