Reseña Juliette y las canciones perdidas- Andrea Longarela

Autora: Andrea Longarela

Editorial: Crossbooks

Nº de páginas: 448

Precio: 18´95€

Tomo: Autoconclusivo

Juliette vive en un agujero. Se sienta en él y ve la vida pasar. No le gusta su trabajo. No tiene inquietudes. No recuerda lo que significa soñar. Y hace tiempo que renunció al amor.
Pero, entonces, un hombre muere.
Y todo cambia.
De repente, se encuentra en un pequeño pueblo de casas de colores y su camino se cruza con el de otras personas que acabarán siendo imprescindibles para ella. Una anciana a la que le atormenta la tristeza de las flores, un niño sin voz que las roba, un hombre que ama los libros y las cosas brillantes con la misma intensidad, un pintor incapaz de acabar un cuadro…
Todos ellos, junto a un puñado de cartas olvidadas, ayudarán a Juliette a entender que el amor existe y que es maravilloso en todas sus versiones.

Opinión personal:

Leer a Andrea Longarela siempre es un acierto, y es por ello que sabía que esta tenía que ser una de mis lecturas de primavera. Y mirad si estaré perdida con el ritmo al que se publica últimamente que creía que este se libro se había publicado a finales del año pasado y resulta que ya se publicó en mayo de 2024, así que ya le iba tocando su oportunidad.

 

Juliette vive sumida en la tristeza, pero las cosas todavía pueden ir a peor, y es que acaba de perder su trabajo. Casi a la vez, un hombre muy importante que tiene cierto vínculo con ella fallece, y nuestra protagonista no tiene ni idea de hasta qué punto esa noticia va a trastocar su vida.

 

Juliette se encuentra completamente sola en la vida, y cuenta únicamente con el apoyo de sus dos mejores amigos. Ellos son el único motivo por el que le cuesta abandonar París y trasladarse a un pequeño pueblo a solucionar ciertos asuntos que jamás creyó que podrían correr por su cuenta. Su idea es ir, arreglar ciertos temas y regresar a su vida en París.

 

Sin embargo, allí se encuentra con un grupo de personas que le darán una calurosa acogida. Por un lado está Joséphine, una anciana que ha perdido al amor de su vida. Por otro está Hugo, un niño que no habla desde hace un año, así como Armand, un hombre con muchos sueños y muy incomprendido. Pero quién más le impactará, sin lugar a dudas, será Mathis, un joven muy misterioso que se dedica a pintar y que permanece completamente abstraído en su mundo.

 

Juliette es una protagonista que me ha gustado bastante. Desprende un continuo toque de tristeza y melancolía, pues su vida no ha sido en absoluto sencilla y la soledad siempre ha sido su mejor amiga. Me ha faltado conocerla un poco más, pues lo que descubriremos será únicamente todo lo relacionado con la aparición de ese hombre y no sabremos cuáles son sus sueños, qué aspiraciones tiene en la vida. Lo que sí me ha gustado es que es una chica que desprende cierta magia y con su presencia parece poder llegar al corazón de todo el que la rodea.

Mathis ha sido uno de los puntos flojos de este libro. Creo que le falta garra como protagonista, y no he logrado empatizar con él prácticamente en ningún momento. Entiendo que atraviesa una situación complicada y que está rodeado de dolor, pero no he comprendido sus pocas ganas de luchar por lo que quiere, esa personalidad tan anodina que parece no aportar demasiado a la historia. 

 

El punto fuerte de este libro son los personajes secundarios, y es que es maravilloso el trope de familia encontrada que introduce la autora. Ellos son parte esencial de la trama porque también ellos tienen su propia historia. Me ha encantado cómo todos acogen a Juliette desde el primer momento, la manera de protegerla y de darle buenos consejos.

 

La ambientación del libro también me ha parecido maravillosa. El hecho de que todo suceda en un pequeño pueblo de París habitado por personas igual de rotas que Juliette me ha parecido un puntazo. También me ha maravillado el jardín de la casa de la protagonista y que parece ser un refugio para varios de los habitantes del lugar. Y es que, sin lugar a dudas, dan ganas de viajar allí y dejarte atrapar por el acogedor pueblo.

 

El romance no me ha convencido. Yo diría que es más una historia de autodescubrimiento que de amor, pero también tiene un peso muy importante, y me ha parecido más bien flojo. Creo que las circunstancias de los dos son idílicas para dar lugar a una trama amorosa potente y cargada de magia, pero lo cierto es  que, especialmente por parte del protagonista, no ha conseguido atraparme. Me gustan los personajes que se arriesgan y, aunque las circunstancias de él son las que son, he sentido un desinterés por su parte que no me ha gustado nada. 

 

Por suerte, para compensar esa parte del romance tan floja, está la historia personal de Juliette. Esta parte de la trama sí que me ha parecido muy interesante, porque invita continuamente a la reflexión y contiene un carácter dramático bastante potente. Creo que está muy bien llevada y que su intensidad logrará atrapar al lector así que, aunque no os puedo desvelar nada, os diré que aunque sea solo por esto, la lectura merece la pena.

 

Se trata de un libro de unas 440 páginas que se lee muy rápido. Además de que los capítulos son muy cortos, contiene por el medio cartas muy importantes para la trama, lo que ayudará a que la lectura sea mucho más ágil. Además de conocer la historia por parte del narrador de las cartas, contaremos con el punto de vista de Juliette, lo que nos permitirá adentrarnos mucho más en ella.

 

A medida que iba leyendo este libro, sentía que no me estaba enganchando lo suficiente. De hecho, me costaba un poco ponerme a leer porque no había nada que me estuviese atrapando de verdad, por lo que creí que iba a darle una puntuación de 3´5. Sin embargo, el desenlace me ha parecido sublime, me ha emocionado muchísimo, por lo que he tenido que terminar dándole más nota.

 

Por lo tanto, puedo decir que no me ha parecido una historia brillante y considero que la autora tiene libros mucho mejores que este, pero no se puede negar que tanto la ambientación como la historia personal de la protagonista gozan del suficiente poderío como para hacer de esta una buena lectura. No me ha maravillado, pero me ha permitido cerrarlo con una sonrisa en la boca y eso es, a veces, lo único que necesitamos.

 

En definitiva, aunque Juliete y las canciones perdidas es un libro que me ha cautivado por su ambientación y por la intensa situación que atraviesa la protagonista, considero que le falta un poco de fuerza a la historia y que el personaje masculino resulta bastante flojo. Muy recomendable, pero no es el mejor libro de la autora.